En puertas de que el Gobierno vasco arranque la segunda ronda de contactos con la oposición para abordar los Presupuestos del próximo año, el PNV no está precisamente descorchando la botella de txakoli y tiene pocas expectativas de que se forje un acuerdo. Cree que PP+C's y EH Bildu no tienen voluntad de pactar con el consejero Pedro Azpiazu, y los ve inmersos en una "estrategia compartida y destructiva", según denunció ayer el parlamentario jeltzale Iñigo Iturrate en Onda Vasca. Se refería sobre todo a que cree que el PP es tan duro con Sánchez en Madrid, como EH Bildu en Euskadi con Urkullu. Pero ambos partidos han puesto también sobre la mesa una reforma fiscal (el PP para bajar impuestos, y EH Bildu para captar más recursos). Ya después de la primera ronda de contactos, Azpiazu agradeció a Elkarrekin Podemos-IU que dejara los impuestos fuera de la ecuación porque son competencia de las Juntas Generales de los tres territorios. Iturrate pareció conceder también el margen de la duda a este grupo y cree que puede entrar en una negociación porque podría no decir lo mismo en público que en privado, según defendió.

PNV y PSE tienen una mayoría más que suficiente para aprobar las Cuentas en diciembre, si bien Azpiazu seguirá sondeando hoy a EH Bildu, y el viernes a Elkarrekin Podemos-IU y el PP. Iturrate cree que ninguno se ha borrado "formalmente" de la negociación, si bien han planteado reivindicaciones que "se escapan del marco presupuestario" y, en algunos casos, también de las competencias del Gobierno vasco. El Ejecutivo pide realismo. Con su mayoría absoluta, espera en el resto posiciones más acordes con su fuerza parlamentaria. En anteriores negociaciones, cuando PNV y PSE necesitaban votos en el Parlamento o en las Juntas de Araba, sí pactaron cambios fiscales, en concreto, con el PP. Pero esa situación de debilidad ahora no existe. Iturrate aclaró que los Presupuestos "saldrán" sí o sí por la mayoría de PNV y PSE.

El jeltzale aseguró que, cuando escucha hablar a la portavoz de EH Bildu, Maddalen Iriarte, y al presidente del PP estatal, Pablo Casado, no sabe a quién está escuchando. Afeó igualmente a Iriarte que el lunes criticara la intención del Gobierno vasco de activar más medidas contra el virus depositando la responsabilidad en los ciudadanos. También se refirió a las críticas de Bildu sobre los Presupuestos, donde la coalición esperó que no se conviertan en un Gran Hermano. "Si fuera Gran Hermano, Bildu sería el que mete la cizaña y no colabora", lanzó Iturrate.

La negociación con Podemos se antoja también complicada. Propone una empresa pública de energía, contratar a los 4.000 sanitarios que reforzaron Osakidetza durante la pandemia, y recortar la inyección a la escuela concertada que segrega por sexos. PP+C's ha quedado fuera de órbita con unos 1.400 millones en exigencias (frente a los 500 de Podemos, que ya son una cantidad elevada para el Gobierno vasco) y los algo más de cien de EH Bildu. Con la coalición abertzale, los problemas surgen con la fiscalidad o la idea de promover un acuerdo entre patronal y sindicatos sobre el salario mínimo, un asunto que es competencia del Estado. Sánchez no quiere dar cobertura legal a salarios diferenciados en las autonomías. Bildu admite que no es competencia vasca, pero cree que esta nueva redacción de su propuesta es viable.

ela ve "propaganda"

El sindicato ELA realizó ayer martes su habitual análisis anual del proyecto presupuestario. Nuevamente en tono crítico, habló de "propaganda" y cree que, a pesar de presentar las Cuentas como expansivas, el detalle de las partidas muestra una política "restrictiva" que no se adapta a las necesidades. Cree que el aumento es en realidad "de tan solo un 2,3 %" .

"Si la negociación de las Cuentas fuera un 'Gran Hermano', EH Bildu sería el que no colabora y mete cizaña"

"PP y EH Bildu comparten una estrategia destructiva, agresiva y descarnada"

Parlamentario del PNV