BILBAO - El ex policía nacional que fue detenido como presunto autor del disparo efectuado el día de Reyes contra un caserío de una familia abertzale en Amurrio se encontraba a unos 400 metros de la vivienda cuando utilizó su pistola. La bala impactó en la ventana y rompió el cristal de la cocina ubicada en el primer piso, pero nadie resultó herido pese a que había una pareja en la casa.
Según ha podido saber este diario de fuentes de la investigación de la Er-tzaintza, el policía retirado merodeaba con su perro en las inmediaciones del caserío ubicado en el barrio de Lezama de la localidad alavesa portando una pistola de 9 milímetros. Por razones que se desconocen realizó al menos un disparo, el que impactó contra la ventana de la familia Isasi Azkarraga, propietaria de la vivienda, que al percatarse de la situación y encontrar el casquillo en el interior del inmueble interpuso la denuncia correspondiente. Las fuentes consultadas descartan una intencionalidad de atentado en un disparo ejecutado desde una distancia tan grande.
Dos días después del suceso, el hombre, de 74 años, fue identificado como el supuesto autor del disparo, pero inicialmente no fue detenido ya que la Ertzaintza no logró localizar el arma. Finalmente el expolicía colaboró y los investigadores dieron con el arma por lo que fue puesto a disposición judicial. Tras pasar por el juzgado de Amurrio quedó en libertad provisional a la espera de juicio.
El juez le imputa un delito de tenencia ilícita de armas y munición pero, a falta de completar la instrucción, no ha apreciado tentativa de homicidio o atentado, en línea con la investigación policial que considera inverosímil semejante intención en un disparo a 400 metros de distancia del supuesto objetivo.
El agente jubilado reside en la zona, cerca de la vivienda que recibió el disparo. En uno de los registros realizados por la Ertzaintza encontraron en su casa una treintena de armas cortas y largas, la mayoría de las cuales estaban inutilizadas o en mal estado de conservación. También guardaba munición y proyectiles de artillería, todos inutilizados y carentes de peligro, según los especialistas de la Unidad de Desactivación de la Ertzaintza que retiraron los artefactos.
Sortu y EH Bildu vieron una clara intencionalidad política en lo ocurrido y lo enmarcaron en la “involución” generada en el Estado español con el auge de Vox y la alianza triple de derechas entre esta formación, el PP y Ciudadanos. Tras desvelar que uno de los habitantes del inmueble es militante de Sortu y otro de Ernai, la izquierda abertzale denunció “la permisividad y el doble rasero de los cuerpos policiales, la Ertzaintza y la judicatura” por no adoptar ninguna medida cautelar contra el presunto autor.
“¿Se imaginan cuál sería la situación si hubiera sido lo contrario, si algún miembro de esa familia hubiera sido quien supuestamente hubiera realizado el tiro contra la vivienda del que supuestamente es el autor de estos hechos, un expolicía español, por tener, por ejemplo, una bandera española en su balcón?”, se preguntó el líder de Sortu, Arkaitz Rodríguez, haciendo alusión al hecho de que en una de las ventanas del caserío colgaba una bandera pidiendo el acercamiento de los presos de ETA. Como ejemplos de esta doble vara de medir citó que “hay nueve chavales en prisión por una pelea de bar -en referencia a los jóvenes de Altsasu- y en el Estado español se encarcela a tuiteros, raperos y titiriteros”.
El coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi, tras recordar que el autor del disparo está en libertad, denunció ayer que “si quien hubiese disparado fuera un exmilitante de ETA y la familia no fuera de la izquierda abertzale”, probablemente “no se habría actuado así”. A su juicio, “quien hubiese hecho eso estaría en la cárcel desde el primer día y habría habido concentraciones en todos los ayuntamientos del país”.