Donostia - A diferencia de otras ocasiones, lo ocurrido en la capital se tradujo anoche en el total del territorio. El baño que dio Podemos a sus rivales en Donostia tuvo su fiel reflejo en toda Gipuzkoa. Con un empate de escaños con el PNV -que recupera el segundo frente al único de 2011-, Podemos (97.859 votos, 25,27%) ganó a papeletas en el territorio histórico. Sin llegar a la barrera de los 100.000, aventajó a los jeltzales (que alcanzaron el 23,51%) en 6.816 votos. El PNV sí consiguió el triunfo, en cambio, en las votaciones nominales del Senado, donde logró tres asientos. El cuarto escaño será para EH Bildu.

En este escenario, la gran damnificada de la noche, como ocurrió en los cuatro territorios de Hegoalde, fue la propia coalición soberanista (20,89%). De ser Gipuzkoa el gran bastión sobre el que Amaiur sustentó sus siete escaños en las anteriores generales -con un 34,7%- ha pasado a ser su agujero negro y donde se dejó 50.000 de los 120.000 perdidos en Hegoalde, ya que no logró ni el segundo escaño que las encuestas daban por seguro.

Junto a la plancha soberanista, los análisis miran a los socialistas, que se dejan casi 7,5 puntos respecto al 20,9% de 2011 (de 78.000 a 51.000 votos). Eso sí, con el objetivo principal de volver a situar a Odón Elorza de vuelta al Congreso; algo que el PP no puede decir con el escaño de la pasada legislatura, ya que Borja Sémper se queda fuera al caer del 13% al 8,6%.

Con cinco puntos más de participación que en 2011 (70%), los 12.000 votos nuevos con respecto a la cita que aupó a Mariano Rajoy a La Moncloa no valen para explicar los números de Podemos, que obtuvo la mitad de sus 97.000 votos en las cinco localidades más pobladas (Donostia, 27.000 apoyos; Irun, 10.500; Errenteria, 7.500; Eibar, 3.750; y Pasaia, 2.600). La irrupción de la formación morada en la capital puede valer como primera aproximación para entender lo que supone el primer triunfo de una formación no aber- tzale en unas elecciones en Gipuzkoa desde las europeas de 2009 y las generales de un año antes.

Anoche, sin duda, ganó Podemos con más de 26.000 votos, seguido de los jeltzales -en la Alcaldía, con 22.000 votos-. Ninguno de sus rivales, incluidos los socios de gobierno de Eneko Goia, superaron los 15.000 sufragios. Sí lo podía haber hecho, baste el apunte, una suma de PP y Ciudadanos cuando en más de una ocasión se ha hablado de la cercanía ideológica de ambos: hubiesen superado los 20.000 votos. Una suma que también hubiese obtenido la misma tercera plaza en la segunda ciudad del territorio, en Irun, donde se vislumbró la otra gran lectura de la noche: la caída de los feudos tradicionales del PSE.

La llamada de Pedro Sánchez al voto útil para desalojar a Mariano Rajoy de La Moncloa no surtió efecto y los principales bastiones del PSE, donde ostenta alcaldías, se decantaron por Podemos. Lo hizo Irun, pero también la propia Donostia, Eibar, Pasaia y Lasarte-Oria. La única plaza fuerte del PSE que aguantó anoche, pese a perder votos respecto a 2011, fue Zumarraga.

Al margen de esta lógica quedan entre otras localidades Azpeitia, Azkoitia, Bergara, Oñati y Tolosa, donde tras las dos fuerzas abertzales Podemos se situó tercera. La fuerza morada alcanzó la segunda posición en plazas de EH Bildu como Hernani y Oiartzun. Los socialistas sí se mostraron fuertes, en cambio, en otra plaza histórica -donde hoy gobierna EH Bildu- como Errenteria, donde con un 19,1% aventajó a la coalición (18,3%) en la pelea por la segunda plaza tras el 33,2% de Podemos.

El PNV, que logra tres de los cuatro senadores por Gipuzkoa, se mantiene sólido y homogéneo. Y en donde no gana, como Hondarribia, Tolosa y Zarautz, aguanta el segundo o el tercer puesto -sobre todo, en las más pobladas como Donostia y más votos movilizan- y mantiene la delantera con respecto a EH Bildu en plazas históricas de la izquierda abertzale como Arrasate y Bergara.

Con sus más de 97.000 votos de ayer en Gipuzkoa y teniendo en cuenta las particularidades de cada contienda electoral, Podemos duplica sus números de mayo, unos guarismos que le valen de pértiga para saltar del cuarto puesto foral (43.100 votos) al primero. Ni qué decir de la evolución con respecto a la primera cita de Podemos con las urnas guipuzcoanas: apenas 15.100 votos en las europeas de mayo de 2014, donde fue quinto.