Peio Etxeberria y Rezusta buscan un punto de luz

El lunes, en Arrasate, se celebran Santamasak, uno de los días grandes por su carácter festivo. Por la tarde, tras la feria, el frontón Uarkape se convierte en el escenario para continuar con la liturgia de las jornadas que reivindican el pálpito y el valor del pueblo.

En ese punto de reunión, de encuentro y de sobremesa, a un par de palmos de la Nochebuena y de la comida de Navidad, confluyen los destinos de Peio Etxeberria, coronado en noviembre como campeón del Cuatro y Medio, y Beñat Rezusta, uno de los mejores zagueros del cuadro.

Aguarda un duelo con el aroma plomizo de las finales en la quinta jornada del Parejas, en la que se enfrentarán a Jaka e Iztueta. Potencialmente, la de Etxeberria y Rezusta es una de las combinaciones jerárquicas del torneo, pero el navarro y el guipuzcoano no son capaces de encontrar el rumbo en una competición que penaliza a las parejas que mezclan mal. 

Cuatro derrotas en cuatro partidos

Teóricamente, la suma de ambos debería ser un binomio sólido, pero en pelota, la matemática no siempre responde a esa premisa y en lo que va de campeonato, el desencuentro marca su camino, demasiado errático.

Acumulan Etxeberria y Rezusta cuatro derrotas, algunas dolorosas, e irregularidad en su puesta en escena. No conocen todavía el significado de la victoria.

La ausencia de solidez, las desconexiones y la imposibilidad de coser una actuación firme les sitúa ante una escenario repleto de aristas y la necesidad de abrir otro horizonte con un primer triunfo liberador. 

Jokin Etxaniz, director técnico de Aspe, conocedor al detalle de las cualidades y características de ambos manistas, expresa que al de Zenotz y al de Bergara “les falta consistencia y regularidad, que es fundamental para poder ganar y coger confianza”.

“En varios partidos han demostrado su nivel y por ráfagas han jugado muy bien, pero solo con eso no te vale en el Parejas, más si cabe cuando hay igualdad entre las parejas y todos juegan”, describe Etxaniz sobre un torneo que obliga a “sufrir y trabajar cada tanto”.

El lastre de las desconexiones

“Ellos son conscientes de que necesitan mejorar porque les hacen daño con poco y a ellos les cuesta sacar ventaja cuando hacen bien las cosas", desgrana el técnico.

"A Peio le está costando adaptarse después del Cuatro y Medio, aunque está trabajando mucho y ayudando a Beñat, que ya no es tan dominador como antes. Tienen que encontrar el equilibrio. En ocasiones tienen lagunas y en esos momentos encajan tacadas. Luego es muy difícil darle la vuelta a la situación. Han hecho buenas cosas, pero tienen que ser constantes”, describe Etxaniz.

Concede el técnico de Bergara que lo fundamental “es que al menos ganen un partido para recuperar la confianza, porque cada día que no ganas la presión va aumentando y el margen para darle la vuelta a la situación se complica. Aún están a tiempo, pero necesitan ganar para tomar aire”.

Lo urgente y lo importante se entreveran en la senda de Peio Etxeberria y Beñat Rezusta, que buscan un punto de luz que les impulse a un triunfo iluminador en el Parejas para abandonar la oscuridad del sótano.