BILBAO - “¿Que quién es el favorito? Siempre he dicho que es una pregunta absurda. Nunca he dado importancia a eso. Hay que demostrarlo en la cancha”. Los años de experiencia en el mundo profesional, sopló su decimosexta vela el pasado 5 de octubre, otorgan a Oinatz Bengoetxea la claridad de ideas del que sabe cómo funcionan las aristas de los momentos complicados, los partidos importantes, las vueltas que da la vida y las razones de las que se asfaltan las carreras longevas en el deporte. Es un puzle. El favoritismo de los días previos a las citas importantes, como la que le medirá a Jokin Altuna el sábado en el frontón Labrit de Iruñea por un hueco en la final del Campeonato Eusko Label Cuatro y Medio, es solo una percepción que se queda en las tablas de contracancha, liando más la madeja de una modalidad complicada por estrecha y agobiante por ser un baile arrimado a la velocidad del rayo. Más todavía con dos contendientes en liza con perfil similar: artista y expeditivo, pero con matices. El leitzarra, veterano, no da pábulo a las sensaciones contrapuestas de su adversario, campeón en curso, que vivió un camino de espinas antes del torneo y estableció un tratado de supervivencia en cuartos de final para acceder a la antesala de la cita por la txapela. “Espero al mejor Altuna III. Con 22 años es la mayor figura de hoy en día. Sabemos qué calibre de pelotari es. En los últimos años sucedió algo similar, que en la liguilla no estuvo fuerte, pero fue a más. Solo hay que ver los resultados: hace dos años le gané por un tanto la txapela y en 2017 salió campeón. Seguro que viene al cien por cien”, afirma el de Asegarce.
El meollo de la cita se cocinará por el espíritu de los dos puntilleros. Apóstoles del espectáculo, dieron un recital con material bajo en la final del Cuatro y Medio de 2016 en Gasteiz -ganó el navarro 22-21-, cuestión a la que no le dan “vueltas” ninguno de los dos. “Altuna III tiene ese arte que tenía Titín III, que te enreda. Jokin te mete en ese juego aunque quieras evitarlo. Es algo que no me va mal”, desbroza el pelotari de Asegarce, quien admite que “iré con toda la ilusión del mundo al partido, porque jugar una semifinal contra Altuna III en el Labrit con 34 años es algo muy bonito. Voy a venir a disfrutar, a sufrir y a darlo todo”.
En la otra orilla se encuentra un Altuna en plena resurrección después de las dudas generadas por la inactividad generada debido a la rotura de fibras de su brazo izquierdo antes del Cuatro y Medio. Sabe a lo que se expone ante un adversario poseedor de la Triple Corona. La fogosidad de Oinatz es un problema. “Me falta el ritmo. Me falta punch. Doy un valor tremendo a no estar tan bien y llegar hasta las semifinales”, comenta el pelotari de Amezketa, quien manifiesta que “Oinatz le da mucha velocidad al juego, no te deja respirar ni un segundo y te vuelve un poco loco. Es importante que imponga mi ritmo, porque si no lo hago, sufriré mucho”. Se avecina tormenta en la jaula.
Oinatz esperaba otro material En la liturgia con el material para el duelo de semifinales de la jaula del sábado en el Labrit de Iruñea, Oinatz Bengoetxea no se quedó conforme. “Esperaba pelotas más rápidas, pero están colocadas desde antes. Hay que jugar y ya está”, concretó el de Leitza, quien agregó que “con cueros más rápidos haces más daño e incomodas más al rival. Jokin es un pelotari que tiene un arte especial, ganador. Sinceramente, esperaba material más veloz. Las pelotas tienen toque, pero no son rápidas. No hay quejas porque ya se eligieron antes”. El navarro se decantó por cueros de 106,4 y 104 gramos y su contrincante, por dos de 105,8 y 106,2. “He escogido una más rápida que otra por si acaso”, zanjó Altuna III.