Aitor Zubieta: “Tengo que marcar diferencias para que se vea al mejor Pablo”

GAsteiz - ¿Cómo valora personalmente el Parejas tal y como se ha desarrollado hasta ahora?

-No me gusta hacer valoraciones hasta que terminan los campeonatos. Sí que puedo decir que durante este Parejas me he encontrado cómodo, unos días más y otros menos, pero de cara a las lesiones está siendo positivo.

En muchas ocasiones ha hecho referencia a eso, a sentirse sin problemas de manos, para volver a encontrarse y dar su nivel en la cancha.

-Sí. Así se disfruta jugando, está claro, y entrenando. Por ejemplo, cuando estás en una elección puedes quedarte un rato peloteando y eso si estás mal es imposible. Es muy triste. Este año puedo mostrar el nivel que tengo y lo que puedo hacer en la cancha.

El año pasado lo pasó mal, ¿no?

-El año pasado nos quedamos a poco de llegar a la final, pero no me sentí bien. Ha habido campeonatos en los que he tenido que parar por mal de manos, por lesiones, pero un Parejas que haya jugado como el año pasado no lo recuerdo. Llegar a las semifinales fue, más que un premio, un castigo. Hasta junio tuve que pelear para recuperarme y por mi cabeza pasaron muchas cosas. Durante toda mi carrera he pasado momentos malos con las manos, pero el año pasado se me pasaron muchas cosas por la cabeza. Me fastidié antes del campeonato y hasta junio sufrí mucho. Pero he conseguido darle la vuelta.

¿Era este Parejas un modo de sacarse esa espina?

-Está claro que sí. Tenía que verme en partidos duros, jugar de esta forma y sentirme bien. Desde que me recuperé el año pasado, el 2 de junio, estoy cuidándome muchísimo las manos.

¿Algún cuidado especial que tenga que llevar?

-Sí. Me hago los tacos para cada partido, con el tiempo que ello conlleva. Además, a diario caliento mucho, ando con guantes, hago manos y trato de que no se me enfríen.

Centrándonos en el encuentro contra Iñaki Artola y Jon Ander Albisu, solo tienen una opción: ganar.

-Ganar o ganar. Después de la buena primera fase del Parejas, perdimos en Bilbao en un partido en el que no rendí al nivel que debería. Tenemos que ser autocríticos. Siempre hay que dar el cien por cien. Contra Iñaki y Jon Ander quiero dar mi nivel y tratar de mostrar las virtudes de Pablo Berasaluze, poniéndole el trabajo lo más fácil posible.

¿Qué factores le influenciaron en la primera semifinal?

-La verdad es que el cuerpo lo encontraba bien, suelto. Pero durante el partido, con los cambios de ritmo que le da Oinatz, que a Untoria le entraban todas y que me tocó andar mucho en la cancha, no pude poner el ritmo que me gusta a mí, la pausa para seguir y tratar de tumbar al zaguero contrario. No considero que hice un desastre de partido, pero sí que esperaba haber marcado más diferencias y no lo conseguí. Esta semana he entrenado bien. También es verdad que el frontón de Bilbao no es el que más me guste. De todas formas, hay que mirar para adelante. Nos toca seguir apretando y peleando.

No le atrae demasiado el Bizkaia, pero hoy se faja con Albisu en el Ogueta, frontón complicado para los zagueros, ¿le gusta?

-Sí. Desde aficionado me he sentido cómodo en él, aun siendo muy exigente. Aquí o vienes bien, o te sacan las vergüenzas. He vivido momentos buenos además -ganó la txapela del Parejas de 2010 con Xala ante Gonzalez-Laskurain-.

¿Cómo espera el partido?

-Es para disfrutar. Voy a ir a dar el máximo. Tengo que marcar la diferencia para que se vean todas las virtudes de Pablo en los cuadros alegres. Para empezar, nosotros tenemos que llegar a 22. Después, ya se verá. Puede pasar cualquier cosa.

¿Les ha influido clasificarse tan temprano para las semifinales?

-Liberas el cuerpo y estás más cómodo, pero el que achucha hasta la última jornada llega con el rodaje ese ya hecho.