Bilbao. Julen Altzelai y Eneko Perosanz se llevaron ayer en La Esperanza el Open Iberdrola de Aste Nagusia al derrotar en un gran partido a Igor Azpiri y Kepa Kastillo (22-20). En un frontón de La Esperanza repleto de gente, los cuatro pelotaris dieron un gran espectáculo en el colofón de la feria de mano aficionada bilbaina. Los delanteros hicieron las delicias del público, pero el manista guipuzcoano, que juega por Arrigorriaga, fue el que se llevó el gato al agua junto a su guardaespaldas. Al final, en un envite en el que los cuatro manistas rayaron a gran nivel, Altzelai y el berriztarra triunfaron al gozar de la fortuna necesaria de los campeones.

Aun así, mostraron su mejor cara todos los contendientes. El puntillero de Alkiza y su contrincante en los cuadros alegres de La Esperanza, Azpiri, sacaron el colmillo y trataron de hincar el diente al partido lo más rápido posible. Y de sus manos nacieron las mejores jugadas del partido, sumando en un toma y daca la final, que no quedó aislada solamente cerca del frontis con las prestaciones de Altzelai y el delantero elorriotarra. Y es que, Perosanz y Kastillo fueron un muro atrás, completando una contienda épica, que puso en liza el gran poso que tienen el exprofesional de Frontis y el markinarra, campeón del Interpueblos.

Así, en un debate constante en el que los delanteros pusieron la espectacularidad y los guardaespaldas, la sobriedad y el golpe, Altzelai y Perosanz llegaron a la recta final del envite -larguísimo- con mayor frescura y fortuna para acabar llevándose el cetro de campeones de Aste Nagusia. Sin embargo, las habilidades del delantero zurdo de Elorrio bien estuvieron a punto de causarles un buen problema al tándem guipuzcoano-vizcaino, sólido e imaginativo en todo el partido.

Ibarrondo, rey en el telonero Borja Rey y Gorka Ibarrondo ganaron en el telonero por una diferencia muy amplia a Ziarrusta y Eneko Uribe (22-8). El delantero de La Arboleda estuvo muy activo, pero la verdadera diferencia radicó en la solvencia del zaguero de Arrankudiaga a la hora de dominar todos los tiempos y posturas. Ibarrondo tiene futuro.

El guardaespaldas, que aún es juvenil, pronto ascenderá a mayores, dada la facilidad que tiene para dominar con los pelotaris de su edad. Ya lo demostró ayer en La Esperanza y, unido a Rey, desarboló a la perfección al puntillero de Dima y al pegador leioztarra.