Bilbao. "El diagnóstico de la pala en la cantera es alarmante. Parece que estamos olvidados", analiza el técnico Álvaro Portero con rotundidad. La herramienta, al igual que la cesta, se está viendo muy dañada por la situación de la pelota en general, quedándose atrasada en materia de escuelas y chavales. "Ahora la oferta de centros de pelota donde se oferta la herramienta se sitúa básicamente en Eskuinaldea. Tenemos en menos de diez localidades a casi todos los palistas. Están las escuelas de Sestao, Getxo, Sopelana, Armintza, Mungia, Gorliz y, en menor medida, Bilbao y Alonsotegi. En grandes núcleos urbanos como Ezkerraldea, a excepción de Sestao, apenas se trabaja. Hay zonas como el Duranguesado, el Txorierri o Arratia que tiene muchas escuelas de pelota, pero en la que se trabaja básicamente la mano, dejando a un lado a la herramienta", explica Portero, quien tuvo la oportunidad de gestionar la escuela de Armintza.
"En esa localización está gran parte del problema. Cualquier chaval que quiere coger la pala en otro sitio tiene menos oportunidades de crecer y nos encontramos con que en alevines apenas hay diez chavales compitiendo. Lo normal es que un chico que está empezando quiera ir a jugar a la escuela que tiene al lado de casa y se necesita que exista esa oferta. La experiencia me dice que si se ofrece pala, acaban saliendo chavales", concreta el armintzarra, quien apostilla que "desde la Federación de Bizkaia estamos trabajando en un proyecto para llevar a un monitor a los colegios y trabajar la base en lugares en los que exista ya una escuela de pala cercana".
Asimismo, Portero mantiene que otro de los errores es que no se recicla a los manistas. "En algunos lugares, cuando el pelotari tiene 14 años y no puede con la pelota de mano se olvidan de él. No debe ser así. La mano ayuda a coger posturas y quizás un manista que no es capaz de jugar con una pelota tan pesada, con una pala puede continuar", finaliza Álvaro.