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Un diapasón para la "jaula"

w Sébastien Gonzalez aterriza en las semifinales tras pasar un verano de lesiones e incógnitas w El azkaindarra lleva preparándose desde septiembre para el acotado

Un diapasón para la "jaula"Foto: david de haro

Bilbao

Apareció por el frontón de Larraintzar estilizado. Diferente. Los rigores del verano, las preguntas, mientras, se movían como motas de polvo en la luz, tan presentes, tan cercanas, tan intangibles. El verde magma del frontón navarro resplandecía bajo sus pies, bailarines, en movimiento, sin resquicios. Enfrente, un campeón en progresión, Mikel Urrutikoetxea, quien, triunfador de Segunda en 2009, gozaba de un torneo a su medida, en el que había demostrado la capacidad de sufrimiento y entrega que gasta. El zaratamoztarra no fue rival. La incógnita que representaba Sébastien Gonzalez, fundamentada en gran medida por la falta de carga de partidos en el terreno estival, moría, de esa manera, con el vizcaino claudicando sin remisión, con las primeras luces del Cuatro y Medio para el zurdo de Azkaine. El alba iluminaba, entonces, la senda del lapurtarra, que tantos baches sufrió desde que, durante el Manomanista, Sébastien tuviera que abandonar la competición. "Después de un verano como el que he tenido esperas que el cuerpo se recupere", señala el azkaindarra. En su mente un mantra, una idea: "Estaba como loco por volver".

Ante un presente oscurecido por los problemas físicos, cuando más se acercaba la cita, más esperaba Gonzalez buscar su estado óptimo. "Me he tenido que preparar un montón", admite el azkaindarra. La mirada, hacia atrás, se revuelve hacia los calores de septiembre, cuando el zurdo cogió el toro por los cuernos y comenzó una aventura contra el reloj para alcanzar los cuartos de final de la jaula con las garantías necesarias que merece el campeón. "Tuvimos que trabajar durante mucho tiempo. Sobre todo para coger mayor fondo físico y afinar el cuerpo", explica el delantero de Aspe, quien apostilla que "una de las últimas cosas que hemos preparado es el trabajo de frontón". Gonzalez señala así, natural, su hoja de ruta, trazada durante los meses de septiembre y octubre, cuando el resto de sus rivales en el acotado estaban a pleno rendimiento disputando torneos estivales. El de Azkaine precisaba de un diapasón, de un instrumento, de unas técnicas metodológicas que afinaran su espinazo. En todos sus aspectos. El lapurtarra necesitaba coger de nuevo las riendas sobre la cancha, en el hogar que es el frontón. De esta manera, con las mieles de otoño, el laputarra sacrificó su cuerpo para alcanzar un estado físico óptimo. Existía una dura prueba en el horizonte, los cuartos de final del acotado. Arma de doble filo. Un rival, a priori, secundario, Mikel Urrutikoetxea, era la piedra de toque para el juego de Gonzalez. "Era muy importante llegar al primer partido y comenzar ganando. Así podíamos tener algo más de tiempo para seguir preparando las semifinales", sostiene el actual campeón de la jaula, quien sentencia que "me encontraré con tres pelotaris de gran nivel, será complicado ganar y más llegar a la final".

Físicamente, el lapurtarra se ha visto mejorado. Por su andamiaje, grande, largo y fuerte, el lapurtarra ha dado prioridad a "bajar peso y ganar piernas. Lo de siempre". Dicho y hecho. Durante estos dos meses de preparación, Sebas ha perdido "unos kilos" y ya mostró su afilado cuerpo ante su primer rival. Lo destrozó. "Tengo que cuidar mi físico. Controlo todo lo que como y controlo todo lo que bebo", desvela el azkaindarra. El control metódico le está reportando beneficios máximos, en gran medida por "la ayuda de gente especializada que me asesora".

Asimismo, su espíritu de zurdo incansable, de trinketista que vive en el filo de la navaja es aplacado por una técnica que ya usó durante el pasado Cuatro y Medio: grabar sus movimientos para corregir sus posturas y sus posiciones sobre la cancha durante los entrenamientos. "Me cuesta colocarme en el frontón, mantener la posición, por lo que grabarme me ayuda", declara. De este modo, el espinazo del juego de Gonzalez -posturas, gestos y colocación- se ve mejorado en toda su extensión. Su alma libre de pegador queda más atada, más enjaulada en el acotado, con este sistema de entrenamiento, dotando de mayor peligrosidad y seguridad a su golpeo, infernal de base. Sin embargo, el azkaindarra todavía se encuentra "falto de ritmo de competición".

Basa Sébastien su nueva imagen en un físico impoluto, fino, redirigido para la distancia, con los automatismos generados por las sesiones cara a la cámara, donde se aprecian mejor los movimientos. Lección bipolar. Metodología para la victoria. Igual que el diapasón para el pianista, el azkaindarra se ha hecho propietario de un afinador, casi inaudible, que puede colocarle en la vanguardia de la liguilla de semifinales.

"si fallas..." La primera prueba de Sébastien Gonzalez en la presente liguilla de semifinales del Cuatro y Medio será Abel Barriola (18.30 horas, Nitro) en el Labrit iruindarra. "Todo el mundo sabe que Abel es un pelotari muy grande, que está a gran nivel", alaba el actual campeón del Cuatro y Medio. "Será muy duro", afirma el lapurtarra, quien apostilla que "el que gane en el Labrit tendrá mucho camino recorrido. Pero, si fallas...". En caso de perder, las incógnitas se centrarán en el manista que hinque la rodilla. Llegarán las dudas y las prisas, siempre malas consejeras. "Al final habrá que enfrentarse a todos", remata el delantero. "Por ahora estoy teniendo buenas sensaciones".

"Los tres pelotaris -Barriola, Irujo y Titín III- que han pasado a la fase de semifinales lo han hecho por méritos propios. Lo importante es que ahora saldremos con menor presión que en cuartos. Todos los rivales aguantan mucho y Barriola, el primero, será muy duro", concluye el zurdo de Azkaine. Para empezar, el primer plato, será el zaguero de Leitza, que está a un nivel espectacular y dará mucho que hablar en la jaula. Gonzalez, mientras, buscará afinar la sonata de su juego para alcanzar el éxtasis.