Por tercera vez en sus tres participaciones en la Ryder Cup, Jon Rahm ha sido elegido para disputar el partido inaugural. En La Golf National fue con Justin Rose, en Whistling Straits con Sergio García, y en el Marco Simone de Roma su compañero hoy viernes a partir de las 7.30 horas será Tyrrell Hatton para medirse en la modalidad de foursomes (bola alterna) al número 1 del mundo Scottie Scheffler y Sam Burns. No ha habido sorpresa en ninguna de las dos parejas ya que desde hace días se venía hablando de que el barrikoztarra y el inglés iban a jugar juntos. Y también en el lado estadounidense se contaba con ese dúo ya que ambos son íntimos amigos. Completarán la sesión matinal Viktor Hovland y Ludvig Abert, la dupla escandinava, ante Brian Harman y Max Homa, dos de los debutantes de Estados Unidos; Shane Lowry y Sepp Straka, otro debutante, ante los californianos Rickie Fowler y Collin Morikawa; y Rory McIlroy y Tommy Fleetwood ante Xander Schaufele y Patrick Cantlay, otra pareja previsible.

Los partidos se anunciaron al final de una ceremonia de inauguración con discursos emotivos de los capitanes Zach Johnson y Luke Donald y que ya avanzó el gran ambiente que se va a vivir estos tres días en el campo romano, que se ha construido en tres años y medio desde la nada y que supondrá un reto para los 24 golfistas. Tal y como ocurrió en 2018 en París, Europa ha preparado un recorrido con calles estrechas y un rough denso para complicar la vida a los estadounidenses. Se anuncia también que va a hacer calor en Roma por lo que los greenes se irán poniendo duros con el paso de los días y pueden ser un factor clave el domingo en los individuales.

Los jugadores de Europa tienen en su cabeza sacarse la espina de la paliza que sufrieron en 2021 en una Ryder Cup en la que varias de sus piezas claves no estuvieron a buen nivel. Los estadounidenses llegan, por su parte, con el objetivo de romper su maldición fuera de casa que se prolonga desde 1993 y retener con ello el trofeo. Es difícil hablar de favoritos, aunque como siempre el ranking mundial está de parte de los de las barras y estrellas. Todos sus jugadores están entre los 25 mejores del mundo y en el Top 10 tienen a seis por cuatro europeos. Según los datos del tuitero Nosferatu, @VC606, esta es la edición con la edad media más baja con 30,7 años entre los dos equipos. Solo un jugador, el inglés Justin Rose, tiene más de 40 años.

Nivel muy alto

Evidentemente, la calidad es máxima en una cita que eleva al golf hasta convertirlo en el tercer evento deportivo más seguido en el mundo. Golfistas de nueve países integran el conjunto europeo, sin contar a los hermanos Eduardo y Francesco Molinari, que aseguran el interés de los aficionados italianos. Los cuatro ganadores de los majors están en el Marco Simone: Jon Rahm (Masters), Brooks Koepka (PGA Championship), Wyndham Clark (US Open) y Brian Harman (The Open). También el campeón de la FedEx Cup, Viktor Hovland, y el actual líder del DP World Tour, Rory McIlroy. Casi todos los jugadores han ganado este año y las fuerzas, a priori, parecen muy igualadas y quizás el resultado pueda decantarse por el comportamiento de los debutantes, cuatro en cada equipo. De ellos destaca el sueco Ludvig Aberg, que con 23 años aún no ha jugado un major ya que hace cuatro meses aún estaba en la universidad, donde ganó dos años seguidos el trofeo a mejor jugador para igualar a Jon Rahm.

Europa mira al golfista de Barrika como uno de sus puntales, pero también a Rory McIlroy, que en las dos ediciones anteriores no jugó a su mejor nivel. Sus siete participaciones convierten al norirlandés en el más experto en las filas europeas ante la ausencia de Sergio García, a quien se espera no echar de menos a la hora de sumar puntos. Rahm, McIlroy, Hatton y Hovland, cuatro tipos con carácter, están llamados a llevar el peso de un equipo que ha encontrado piezas jóvenes muy valiosas y que ya saben lo que es competir de manera habitual con los americanos en el PGA Tour y levantar trofeos de vez en cuando.

El equipo de Estados Unidos

En cambio, los jugadores de Estados Unidos se dejan ver poco en Europa y eso puede explicar esos treinta años sin ganar en suelo continental. El golf estadounidense es muy profundo, pero quizás menos versátil, aunque este año presentan bazas que pueden adaptarse muy bien al Marco Simone donde pegarle fuerte a la bola quizás no sea tan decisivo. El LIV Golf, como en el caso europeo, ha dejado fuera a nombres importantes con varias Ryder a sus espaldas, pero regresa Rickie Fowler y el capitán no dudó en escoger a Jordan Spieth y Justin Thomas, que no estaban entre los seis con plaza fija. Al fin y al cabo, es su pareja más prolífica y deben liderar junto a Scottie Scheffler

LOS APUNTES

1993

THE BELFRY. Fue el año de la última victoria de Estados Unidos en Europa por un marcador de 15 a 13. Davis Love III se llevó el punto decisivo ante Constantino Rocca.

19-9

WHISTLING STRAITS. En la edición de 2021, retrasada un año por el covid, se produjo la diferencia más amplia en la historia de la Ryder. Los estadounidenses dominaron de principio a fin.

12-9

Dominio europeo. En 1979 se abrió la Ryder Cup a los jugadores de toda Europa y desde entonces el dominio es del equipo continental que domina por 12 victorias a 9. En el siglo XXI, Europa suma siete triunfos en diez ediciones.

Seve-Olazabal

Gran pareja. El cántabro y el hondarribitarra formaron la pareja más utilizada en la historia del torneo. Jugaron quince partidos y lograron doce puntos. Solo perdieron dos partidos.

Sergio García

Hombre ryder. El golfista de Borriol, que debutó en 1999 con 19 años, es el jugador que más puntos ha sumado en la Ryder Cup: 28,5.