Jon Rahm vivió una jornada complicada en el arranque de la 151ª edición de The Open. El golfista de Barrika no tuvo su día más inspirado, pero el campo de Royal Liverpool le pasó una factura excesiva. Toda la lucha que puso para adaptarse a los elementos fue vana y hoy le tocará firmar una ronda brillante para pasar el corte y no comprometer sus opciones en el torneo. La otra cara de la moneda del golf vasco ayer en Hoylake la representó Adrián Otaegui que firmó una excelente tarjeta de cuatro bajo par en un campo en el que ya brilló cuando era más joven. El donostiarra hizo su mejor vuelta en un major y acabó a solo un golpe del atípico trío de líderes con el aficionado surafricano Christo Lamprecht, el argentino Emiliano Grillo y el inglés Tommy Fleetwood, uno de los favoritos del público local. De momento, los grandes nombres están escondidos en un recorrido precioso y que obliga a ser muy preciso en los tiros para salvar sus múltiples obstáculos.

Rahm no logró crearse buenas oportunidades, sobre todo en los nueve primeros hoyos. En ese tramo el putt le sacó de muchos apuros ya que apenas podía aspirar a hacer recuperaciones tras salir de zonas complicadas del campo. El golf en los links es un reto constante y el barrikoztarra sólo pudo lograr un birdie en el hoyo 10 gracias a un putt de más de nueve metros. Golpeos que parecían buenos se convirtieron en malos por botes inesperados que llevaban la bola a la hierba alta, a los temidos y profundos búnkers o a las escapatorias de los greenes. Con todo, Jon Rahm lamentará más los tres putts cercanos que falló para birdie en el 11, para birdie en el 15 y para par en el 16 y que la cargaron con tres golpes que no tocaban. En el 12 su bola quedó injugable también tras irse a la zona de público y el bogey cortó su buen momento.

Cuando su juego largo falló, le salvó el putt, y cuando enderezó sus golpes no lo culminó en los greenes. Con todo, el resumen de la ronda fue el hoyo 18, el último par 5, donde, para colmo, el vizcaíno, Rory McIlroy y Justin Rose tuvieron que esperar largo rato a que acabara el partido que les precedía. Tras una gran salida, el segundo golpe de Rahm acabó pegado al talud del búnker, sin posibilidad de llevar la bola a green. Donde podía salir un birdie salió el cuarto bogey del día ya que el putt para salvar el par dejó la bola colgando de la cazoleta. Fue un cruel desenlace a una vuelta que obliga a reaccionar para tratar de ser protagonista en el último major del año y que la Jarra de Clarete no se escape demasiado pronto.

Resignado

“No he jugado tan mal como dice el resultado, le he pegado bien a la bola, salvo un par de veces al principio, pero los golpes malos me han costado caros”, resumió el actual ganador del Masters, que se quejó sobre todo “de esos dos putts que he fallado en el 15 y el 16 y de haber jugado los tres pares 5 con un golpe más después de estar en calle”. “Pero el campo no es fácil y esto es el golf. He metido algunos buenos putts al principio, pero la pena es que no han sido para birdie”, añadió Rahm, que no descartó ya que “aún queda mucho. A ver si puedo aprovechar las condiciones de la mañana y acercarme al par o por debajo porque luego el fin de semana puede pasar de todo”.

Por su parte, Adrián Otaegui no quiso levantar la euforia por su gran comienzo de este The Open y comentó que la clave fue “pegar bien a la bola, ponerla en el sitio y no arriesgar más de la cuenta”.

Primera jornada

1. Christo Lamprecht -5

1. Tommy Fleetwood -5

1. Emiliano Grillo -5

4. Adrián Otaegui -4

4. Antoine Rozner -4

4. Brian Harman -4

7. Stewart Cink -3

7. Wyndham Clark -3

7. Alex Noren -3

89. Jon Rahm +3