Marketa Vondrousova hizo historia ayer en Wimbledon donde conquistó su primer título de Grand Slam y se convirtió en la primera finalista del torneo que no era cabeza de serie y, tras vencer a Ons Jabeur (6-4 y 6-4) en la campeona con el ranking más bajo en la Era Open. La checa llegó a Londres en el puesto 42 y será hoy una de las diez mejores del mundo. Era lo que apuntaba cuando fue la mejor junior del mundo, pero las lesiones han lastrado una carrera que ha tenido como picos altos la final de Roland Garros de 2019 y la plata en los Juegos de Tokio de 2020. Con su victoria de ayer, Vondrousova recoge el testigo del profundísimo tenis de su país que vio ganar en Wimbledon a Jana Novotna o Petra Kvitova y jugar la final a Vera Sukova, Hana Mandlikova, que jugaron como checoslovacas, o Karolina Pliskova.

La jugadora de Sokolov es la séptima campeona diferente en Wimbledon en las últimas siete ediciones porque supo manejar la tensión mejor que Jabeur, que acumula ya tres derrotas en sendas finales de Grand Slam. “Es la derrota más dura de mi carrera, pero esto me hará más fuerte y volveré para seguir intentándolo”, reconoció entre lágrimas la tunecina, que carga con el peso de un país, de un continente, y de nuevo acusó la presión, además siendo favorita esta vez. Fue un partido de altibajos en el que Vondrousova se mantuvo más sólida y regular y superó la desventaja de una rotura en cada set. Su receta fue no fallar y provocar que Jabeur, dentro de la variedad de golpes que utiliza, eligiera mal, sobre todo en los momentos decisivos en los que había que apuntalar su iniciativa.

La africana cometió 31 errores no forzados, flaqueó con su servicio y eso fue determinante. La checa solo hizo 13 errores y fue mucho más fiable con el saque y agresiva en los restos para anotarse seis roturas en siete oportunidades. La final acabó en una hora y veinte minutos y dejó la impresión de que podía haber dado más de sí. Ons Jabeur no pudo culminar su gran recorrido este año, con victorias sucesivas ante cuatro campeonas de Grand Slam antes de la final. En cambio, su rival rompió su mal fario en las finales para lograr solo el segundo título de su carrera. “Hace un año estaba de turismo en Londres y ahora soy campeona, el tenis es una locura”, confesó Marketa Vondrousova, que pasa a ser la decimooctava jugadora en activo con al menos un Grand Slam. Entre los hombres, solo hay ocho.

“Antes no jugaba bien sobre hierba. Cuando veníamos aquí yo trataba de jugar sin estrés y de ganar un par de partidos. Entonces sucedió esto. Es increíble”, añadió la jugadora checa, que consideró que una de las claves del partido fue “que siempre estuve tranquila. Incluso mi equipo se sorprendió de lo tranquila que estaba. Seguí creyendo y jugando cuando ella tuvo las ventajas”.