BILBAO - Los Juegos de Pyeongchang serán los últimos para Marit Bjoergen, de 37 años, y saldrá de ellos convertida en una nueva leyenda del olimpismo. La noruega logró ayer el bronce en la prueba de sprint por equipos de esquí de fondo y logró colgarse su cuarta presea en la cita coreana y la décimo cuarta en unos Juegos de Invierno: siete oros, cuatro platas y tres bronces. Así, se coloca en el primer puesto histórico por delante de las trece de su compatriota, el biatleta Ole Einar Bjoerndalen, aunque este logró en su carrera un oro más.

Sin embargo, Bjoergen tiene una oportunidad de superarle, ya que también está inscrita en la prueba de treinta kilómetros que cerrará los Juegos de 2018 el domingo. “Soñaba con esto, pero nunca sabes. El objetivo era un oro individual y aún no lo tengo, pero tengo otra oportunidad. He logrado medallas en cada prueba en la que he estado. Estoy feliz por eso”, comentó la esquiadora noruega tras conquistar una hazaña que resulta aún más destacable ya que solo tres deportistas han conseguido más medallas en la historia del olimpismo: Michael Phelps (28), Larysa Latinina (18) y Nikolai Andrianov (15).

vonn, agridulce bronce Las miradas en esta emotiva jornada de los Juegos de Pyeongchang estaban puestas también en el descenso femenino en el que la estadounidense Lindsey Vonn se tuvo que conformar con el bronce. Ganó la italiana Sofia Goggia y la estadounidense de 33 años, una de las grandes estrellas de la nieve y campeona olímpica de la prueba en 2010, rompió a llorar tras lograr su medalla: “Quería ganar por mi abuelo, que falleció en noviembre, pero creo que estará igual de orgulloso”. - N. Marcos