Una hoguera de glorias contra el frío de fuera
El Palacio Euskalduna acogió la 40ª edición de la gala del deporte de Deia por donde pasearon algunos dioses del olimpo
EL frío hacía estragos fuera. Como si fuera uno de esos entrenadores de malas pulgas de Regional con el mecagüen entre los dientes o un coach de los high school norteamericanos que exprime a los pivotes del futuro; como si fuese un entrenador de boxeo que exprime a sus púgiles sobre el ring, un director de carrera que les exige más y más a sus ciclistas desde el coche, el último arreón, o el espíritu semisalvaje de José Luis Korta cuando se sube a una trainera y ejerce de capitán Ahab en pos de su particular Moby Dick, la baliza de ciaboga. El frío que castiga los músculos y hiela los campos; que encoge los ánimos y siembra las dudas; que frena las bolas y desvía, que sé yo, los lanzamientos. El frío se quedó fuera mientras DEIA, al alcanzar sus 40 (cuarentón para la reflexión y la medida justa de las opiniones, cuarentañero cuando se lanza a la práctica deportiva...), encendió la confortable hoguera de su cuadragésima gala del deporte, un cónclave que parecía promulgar la ékécheiria o tregua olímpica, para permitir a los atletas viajar en condiciones de seguridad en la antigua Olimpia.
La gala del deporte, digo. Ejercieron de jueces para marcar los ritmos y los tiempos los presentadores de la misma, José Manuel Monje y Cristina Zuñiga, mientras los atletas asistentes en cuerpo o en alma (hubo algunas ausencias corregidas por la salida audiovisual...), lucían sus mejores habilidades oratorias o cuerpos dignos de un dios griego, si se juzga el reproche que le lanzó Marino Lejarreta a Julián Gorospe, acusándole, poco menos, que de haber pactado con el diablo. ¿Qué haces para estar así?, preguntó Marino. “Caso al médico”, contestó Julián.
Se abrió la tarde con uno de esos vídeos, el de Jon Rham al borde de un green, desde donde agradeció el premio y recordó que la primera entrevista de su vida -apenas tenía 14 años...- se la realizó un hombre de DEIA. Según recuerda Jon, su autor fue Jokin Victoria de Lecea; según confirman las hemerotecas, el scoop lo firmó Aner Gondra. El golfista de Barrika y la tenista Garbiñe Muguruza fueron los dos primeros nombres en mayúsculas de la tarde noche. El podio se iría poblando como ya han podido comprobar.
Testigos de todo lo que les cuento fueron el director general de Editorial Iparraguirre, Javier Andrés, Eduardo Ruiz de Gordejuela, en nombre de Kutxabank; Oihane Agirrebeitia, Gotzone Sagardui, el consejero de Hacienda y Economía, Pedro Azpiazu; el director de DEIA, Juanjo Baños; el consejero de Cultura y Política Lingüística, Bingen Zupiria; el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, la diputada foral, Lorea Bilbao, Iñaki Alzaga, la presidenta de Juntas Generales de Bizkaia, Ana Otadui, Josune Ariztondo; alcaldes de diversos municipios vizcainos como Álvaro Parro, Josu Begoña, Joseba Urbieta (habló largo y tendido con Andoni Goikoetxea, hijo del municipio que rige, Alonsotegi...), Iñaki Totorikagüena, Salba Artaza, Ángel Acillona, Aintzane Urkijo, Asier Larrabe, Isaac Amezaga, Josu Bergara y Maite Etxebarria; concejales como Estibaliz Bilbao y María Uribe; tres jugadores del Athletic como Raúl García, Yeray Álvarez (la ovación en pie fue descomunal) e Iñaki Williams; la leona Eunate Arraiza, Javier Zalbidea, en nombre de Iberdrola, Mikel Ibarrondo, del Grupo Ibarrondo, Miguel Ángel López, de Ford CarBizkaia; Jesús Chirapozu y Kepa Murga, de Prosegur; Inmaculada Allende, de Sánchez Joyeros; Ignacio Aresti, de Ferrovial; Fernando Castro, uno de los protagonistas de la noche al romper, sin intención, el trofeo que recogió en nombre de Juan Martínez de Irujo, ausente por el temporal; Eriz Rham, acompañado por sus abuelos, Sabin Rham y Miren Gallarzagotia, Montxu Martínez, el consejero delegado de IMQ, Miguel Ángel Lujua y Txiki Carrocera entre otros.
Fue todo un desfile, una procesión de deportistas y amigos, de arquitectos de Bizkaia y un sinfín de asistentes -más de 500, según la gente del recuento...- entre los que se encontraban Mikel Núñez, el aizkolari Aitzol Atutxa, con el premio de Herri Kirolak en la mano, José Ángel García; el directivo del Athletic, Jon Muñoz, Iraia Iturregi; Laura Martínez, también dirigente rojiblanca; el karateka getxotarra, Xabier Pereda, Leire Pereda, Mikel Vicente, Fernando Suances; dos premios de talla como María Pina y Jonathan Tabu; José Ángel Gorostiza, Balanza y el pelotari Pablo Berasaluze, quien recogió el premio al mejor pelotari, Oinatz Bengoetxea; el atleta paralímpico Javier Conde, junto a Jon Salvador, compañero de pruebas; Cynthia Laiseka, el boxeador Kerman Lejarraga; Aitor Ibarra e Idoia Inoriza, junteros de Bizkaia, Ramón Meistraitua, el piloto de motos Txomin Arana, Juanjo Bilbao; el presidente de BilbaoCentro, Adolfo Lorente, Olga Zulueta, Jorge Aio, Asier Atutxa, Luis Gabiola, Kepa Badiola, en nombre de La Caixa, Juanjo Ortiz, Pedro Barreiro, Iskander Córdoba, José María Morán, Eneko Van Horenbeke, Asier Zurinaga, Josu Aretxabala, Kepa Cabareda, Kike Liñero; leones de la cosecha del 83 como Andoni Goikoetxea, Txato Núñez, Patxi Bolaños, Juanjo Elgezabal, Juanjo Meléndez, el técnico Javier Clemente, Manolo Delgado y Miguel Gutiérrez; José María Elgezabal, Andoni Ortuzar, presidente del EBB, Toño Biota, Juan Carlos Santamaría, Begoña Aretxabala; la presidenta del BBB, Itxaso Atutxa, Maite Acerete, Leire Momeñe, José Juan Dublang, Iñaki Uribe, presidente de Gernika Rugby Taldea, Maite Bazako, Yolanda Aberasturi, Alberto González; el presidente de Unicef en el País Vasco, Isidro Elezgarai, Iratxe Sánchez, Christian Prieto, Txuskan Coterón; Jorge Barrie, presidente de la Federación Vizcaina de tenis e Igor del Busto, presidente de la Federación Vasca, Ander de Arambalza, Gorka Álvarez, Andoni Manso, de Serkom, Jon Garro, embajador de Bizkaialde; Koro Apellaniz, futura promesa del fútbol femenino, Ienego Doblas, Mari Carmen Ramos, Ainhoa Baños, María Osorio, Pablo Juaristi, María Ángeles Muñoz, Isabel Arranz, Blanca Larrea, Jon Ugalde, Marta Uriarte, Inés Monguilot, Xabier Basáñez, Javier Olabarrieta, José Félix Ruiz, Oscar Gil y todo un elenco de asistentes que disfrutaron de un noche para la ensoñación, para el regodeo con las hazañas de los hombres y mujeres atletas.