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“El Athletic ayudará a dar un impulso a las dos finales”

Sus dos días en Bilbao no han hecho más que reforzar la apuesta de la Europan Professional Club Rugby (EPCR) por Bilbao como sede las finales de la Challenge Cup y la Champions Cup

“El Athletic ayudará a dar un impulso a las dos finales”Foto: Pablo Viñas

BILBAO- Simon Halliday habla pausado. Este galés, de 57 años de edad, está convencido de que la elección de San Mamés es muy acertada. Como presidente de la EPCR cree que La Catedral se llenará en las dos finales europeas de rugby y a falta de cien días para su celebración destaca la implicación de todas las instituciones (Ayuntamiento de Bilbao, Diputación Foral de Bizkaia y Gobierno vasco), además de cifrar en más de 30 millones de euros el impacto económico de estos eventos de máximo nivel en el deporte del oval.

Restan cien días para la celebración de las dos finales, la Challenge Cup y Champions Cup, en San Mamés. ¿Se han encontrado con lo que esperaban cuando se eligió a Bilbao como sede?

-Llevamos dos días en Bilbao, tanto yo como presidente de la EPCR como los miembros de mi Junta Directiva, y la verdad es que nos hemos reunido con todas las instituciones, hemos visto el estadio, todo lo que rodea San Mamés y la ciudad. Estamos muy contentos con lo que nos hemos encontrado.

El lunes se reunió con la plana mayor del Ayuntamiento de Bilbao, la Diputación Foral de Bizkaia y el Gobierno vasco. ¿Cómo valora este respaldo institucional, le ha sorprendido?

-Está claro que todas las instituciones están volcadas en este tipo de grandes eventos deportivos, porque no hay partidos entre clubes en todo el mundo tan importantes como los de estas dos finales. Puede haber estadios más pequeños o más grandes, pero lo que rodea a estas finales será espectacular, lo que hará que Bilbao tenga una repercusión muy importante en Europa, sobre todo en los países donde el rugby es un deporte preferencial.

La venta de entradas, además, va a buen ritmo, por lo que el éxito, a priori, está asegurado.

-No sabemos qué equipos jugarán las finales y hay un tramo de público que no podemos cuantificar. Cuando lleguen las semifinales, se podrán tener más indicios, pero es un problema que ojalá tengamos. Hay aficiones que viajan en masa, como puede ser la del Munsters, el Leicester, el Toulon? Por eso hemos tenido que hacer acopio para dar acceso a ese importante número de personas que se pueden desplazar a Bilbao, donde sabemos que las plazas hoteleras están prácticamente agotadas y a un precio elevado. Esa reserva está pendiente del nombre de esos finalistas, además de que también hemos conocido in situ las posibilidades que tiene esta ciudad, que son muy altas. La venta va muy bien.

¿Esperan el lleno?

-Depende de los equipos que vengan. El Leicester, que se va a enfrentar en cuartos al Saracens que es el actual campeón de la Champions, te asegura un desplazamiento masivo que invita al lleno. Un partido suyo ante el Toulon albergó a 48.000 personas. El Scarlets, de Gales, te puede traer 16.000 aficionados; el Clermont, 23.000. El Leicester pasa de jugar en su estadio ante 8.000 espectadores a poder hacerlo en San Mamés ante 50.000. Por ello, nos tenemos que guardar un importante paquete de entradas. Con la Champions estamos convencidos del lleno, con la Challenge es un poco distinto y con 20.000 personas el primer día, nos damos por satisfechos. El año pasado reunimos a 25.000 en esta competición.

¿Qué expectación detectan en Bizkaia y en Euskadi, al margen de la afluencia que proceda de los clubes finalistas?

-Creo que hemos calado a fondo, porque se han vendido muchas entradas. No sé la cifra exacta, pero seguro que es más de la mitad del aforo. Estamos orgullosos.

¿Supone una prueba de fuego apostar por una ciudad donde el rugby tiene poco impacto social?

-Tomamos la decisión de elegir Bilbao para ofrecer a la afición a este deporte la opción de disfrutar de un gran espectáculo. Pensamos que jugar finales en ciudades o países en los que puede crecer el rugby significa un impulso. No creemos que suponga un riesgo llamativo.

¿Qué papel debe jugar el Athletic para fomentar estas dos finales?

-Es la primera vez que se va a jugar un partido de rugby de máximo nivel en este estadio. El poder del deporte iguala todo, va a ser un punto de encuentro muy bueno entre los dos deportes, va a generar una sinergia muy interesante. La ciudad está preparada y volcada, el Athletic va a ayudar a dar ese impulso, estamos en un estadio impresionante y en una ciudad muy implicada. Va a sumar.

¿Cómo hay que vender este producto en los cien días que restan?

-Lo que falta por vender es que se entienda que a Bilbao van a venir los mejores equipos del mundo, con jugadores internacionales con sus selecciones. En cuanto entienda eso, les va a enganchar porque es un deporte que lo tiene todo, emoción, físico, drama y mucha pasión. Se puede equiparar a lo que aquí se siente con el Athletic.

Ya que dice que van a venir los mejores equipos, mójese. ¿Qué equipos van a jugar las finales?

-Por estadística, aparecen como favoritos los clubes que en cuartos y semifinales juegan en casa. Si analizas los cuartos, están dos clubes irlandeses que juegan en su feudo y que tienen grandes plantillas, como el Clermont. Pero por encima de nombres, es el año en que más nivel hay y ello lo hace más impredecible. Cualquiera pude pasar a las semifinales.

¿Qué impacto económico se prevé?

-Hace dos años en Lyon hubo un impacto de 25 millones de euros, el año pasado en Edimburgo 28 millones de libras y calculamos, viendo estos antecedentes, que en Bilbao tendrá un impacto mínimo de 30 millones de euros, aunque hay muchos factores en juego que pueden incluso irse a más allá de esa cantidad.

¿Tienen previsto organizar actos paralelos a las dos finales?

-Sí. Habrá una Fan Zone en los alrededores del estadio y parte de la avenida Sabino Arana. Será una gran fiesta.

¿Manejan que San Mamés pueda acoger en el futuro partidos de gran nivel como, por ejemplo, de la Top-14 francesa?

-Está preparado, pero una vez que el rugby entienda que Bilbao puede acoger partidos de primerísimo nivel todo es posible. Hay que tener en cuenta que es posible con equipos por cercanía, como Burdeos, Pau, Toulouse o porqué no Baiona o Biarritz.

¿Va a tener alguna incidencia en los clubes vizcainos de la máxima categoría estatal, como el Gernika o el Getxo?

-Para ellos, es muy importante un acontecimiento de este nivel. Se trata de construir un legado para que la gente joven se sienta atraída por el rugby, con un espectáculo muy atractivo que enganche y se aliste a los clubes locales.