Grigor Dimitrov ya vuela libre

bilbao - Grigor Dimitrov ya vuela libre. El tenista búlgaro cargó durante unos años con la etiqueta del nuevo Roger Federer, como si el de Basilea estuviera fuera del circuito, porque sus características se asemejaban mucho, sobre todo por ese revés a una mano que les distingue como a pocos más. Dimitrov no pudo con esa presión, parecía un jugador tendente a la dispersión mental, pero en este último año ha madurado y ya con 26 años vuela libre de ataduras para sacar su talento. Ha ascendido al número 3 del mundo, solo por detrás de Nadal y Federer, y desde ayer, además, merece el título de maestro tras imponerse en las Finales ATP de Londres a David Goffin por 7-5, 4-6 y 6-3 tras dos horas y media.

Nunca un jugador búlgaro había ganado el torneo de los ocho mejores y Dimitrov, que ha ganado los cinco partidos en el O2 Arena, se ha convertido en el primer debutante que se lo anota desde que Alex Corretja se impusiera a Carlos Moyá en 1998. Goffin tiene menos talento, pero es de esos jugadores resistentes como una roca a los que hay que sacar de la pista y eso no sucedió hasta la quinta bola de partido.

En la liguilla, el de Haskovo se había impuesto al belga por 6-0 y 6-2, pero una final es otra cosa y tuvo que pelear hasta el último aliento. Goffin se sobrepuso a la pérdida del primer set donde tuvo ventaja de 2-1 y fue capaz de anotarse el segundo parcial para llevar la final al límite del tercer set. Como ha ocurrido en varios choques del torneo, el nivel del juego fue creciendo porque ya nadie quería perder. Los toques de calidad de Dimitrov encontraban la respuesta sobria de Goffin, que quizás perdió su oportunidad cuando no pudo aprovechar cuatro oportunidades de rotura en el primer juego del tercer set. El búlgaro mantuvo el temple y dio un giro a la final cuando rompió el servicio de su rival en el sexto juego. Esa ventaja fue decisiva, aunque el campeón tuvo que batirse el cobre hasta el final para lograr el mejor triunfo de su carrera y el cuarto de la temporada tras los de Brisbane, Sofía y el Masters 1.000 de Cincinnati.

“Si quieres estar en la cima no hay atajos. Cuando mi cuerpo me permite hacer una buena preparación, siento que ya tengo ventaja sobre cualquier jugador. Y ahora es uno de esos momentos”, comentó Dimitrov cuando se le preguntó sobre el secreto de su mejoría. El búlgaro confesó que ahora uno de sus principales objetivos “es ganar un Grand Slam. Siempre lo ha sido, y de nuevo es mi sueño” y reconoció que el inicio de 2017 “va a estar interesante y exigente” porque será cuando vuelvan a las pistas Andy Murray y Novak Djokovic, entre otros.

David Goffin, por su parte, dijo que él también habría merecido ganar, pero se quedó con que “después de esta semana soy un mejor jugador, tanto mental como físicamente. Aunque ha sido duro. Me he probado a mí mismo que puedo hacerlo”. El belga aún tiene tarea con la final de la Copa Davis del próximo fin de semana ante Francia en pista gala: “Eso va a ser muy diferente. Intentaré descansar para estar preparado”.