dANI de la Rúa (Madrid, 1997) ha dado un paso adelante. Cuando el balón más quema y cada partido es una final, el base madrileño se ha hecho con el timón de la dirección del Zornotza y el equipo se ha beneficiado de ello. El buen hacer del jugador formado en las categorías inferiores del Real Madrid ha coincidido con el mejor momento del club zornotzarra. Se han alimentado el uno al otro y el resultado ha sido seis victorias en los últimos siete partidos. “He madurado como jugador y el entrenador me ha dado confianza. Estoy muy a gusto con el equipo y mis compañeros hacen que me sienta cómodo”, explica. Mantener este estado de forma, tanto individual como colectivo, será clave para superar la siguiente ronda del play-off de ascenso a la LEB Oro que comienza hoy a partir de las 21.00 horas en el feudo nazarí. Una tarea himalayesca que el Zornotza afronta sin nada que perder y con la ambición por las nubes.
Los cruces por el ascenso han estado dominados por la sorpresa. Los equipos sin factor cancha, incluido el Zornotza, han dado un golpe en la mesa y han dejado fuera a los principales candidatos. Solo el Granada ha sobrevivido a la rebelión de los humildes y casualmente será el rival de los zornotzarras. “Ya no se puede hablar favoritos. Alicante y Cambados, con la gran temporada que han hecho, se han quedado fuera. Granada tiene un gran equipo, pero nosotros vamos a luchar hasta el final”, declara De la Rúa. Una de las armas del conjunto vizcaino volverá a ser su feudo. Ganar en Larrea no es sencillo y ya demostró en el play-off que es capaz de ser el mejor sexto hombre: “No sabía lo que era la sensación de jugar en Larrea y tengo que reconocer que me impresionó. El ambiente es increíble”, reconoce el madrileño.
De la Rúa está en su mejor momento del curso. Sin embargo, no ha sido fácil llegar a este punto. “Al principio fue complicado el salto de la liga EBA a la LEB Plata, pasar de estar en Madrid a venir a Amorebieta. Ha sido difícil, pero me he acostumbrado bien”, declara. El madrileño consiguió debutar con el Real Madrid en la ACB, pero necesitaba un cambio para progresar en su carrera y por eso decidió hacer la maleta y jugársela en una aventura desconocida para él: “Tenía que hacerlo porque no podía quedar encajado en EBA. Es una experiencia, la primera vez que vivo solo, pero mis compañeros me han ayudado. Gente como Juan, Iker, Joseba? siempre que podemos me dicen para salir un rato y eso se agradece”.
Aunque el base no solo tiene la obligación de centrarse en el Zornotza, durante el año también ha ayudado en los entrenamientos del Bilbao Basket, en su condición de jugador vinculado. “El día a día es difícil porque estás en todo momento entrenando, pero luego se aprende muchísimo”, afirma y destaca la aportación de Javi Salgado, “que me enseña muchísimas cosas”. No es la primera experiencia de De la Rúa con un equipo ACB, ya lo hizo con el Madrid, e incluso debutó en el mismo, pero aun así tiene como ilusión convertirse en hombre de negro para saldar una pequeña deuda: “Jugué la Minicopa con el Bilbao Basket y sería un sueño jugar un partido en la ACB”.