MADRID, Los Patriots pelearán por el trofeo Vince Lombardi por novena ocasión, convirtiéndose en la franquicia de la NFL con más presencias en este encuentro tras no dar demasiadas opciones a los Steelers, los más laureados con seis anillos, pero que nada pudieron hacer para evitar la derrota por 36-17 en la final de la Conferencia Americana.

Los de Bill Belichik, que estará en la Super Bowl por séptima ocasión -cifra récord para un entrenador-, buscarán unirse a Dallas Cowboys y San Francisco 49ers con cinco victorias en la Super Bowl. Una vez más, lo hicieron bajo el liderazgo de Tom Brady, también en su séptima pelea por ser campeón y después de perderse los cuatro primeros partidos por la sanción por el 'Deflagate'.

New England dominó el primer cuarto, sujetando el ataque visitante y tomando una ventaja de 10-0 tras el 'touchdown' de Chris Hogan. Pittsburg reaccionó y D'Angelo Williams recortó distancias al inicio del segundo cuarto, pero Brady volvió a conectar con Hogan para volver a abrir brecha antes de que los Steelers anotando una 'field-goal' y se fuesen al descanso con opciones (17-9).

Pero el paso por el vestuarios no les sentó bien y se estrellaron con la defensa local. Además, LeGarrette Blount y Julian Edelman anotaron dos 'TD' más para sentenciar el partido y conquistar el título de la Conferencia Americana.

RYAN SE EXHIBE ANTE LOS PACKERS

El de la Conferencia Nacional fue para los Atlanta Falcons, que también impusieron su favoritismo y su condición de local para derrotar a unos 'crecidos' Green Bay Packers por un demoledor 44-21 bajo el mando de Matt Ryan.

El 'quarterback' guió a los Halcones a su segunda Super Bowl y a la caza de su primer anillo de campeones tras perder en 1999 ante los Broncos de Denver. El mariscal de campo firmó un gran partido y además de pasar con eficacia, se permitió el lujo de anotar un 'touchdown' ante un rival que puso fin a su racha de ocho victorias seguidas.

El 'TD' de Ryan puso un 17-0 contundente en el Georgia Dome, que poco después vio cómo Julio Jones hacía dos consecutivos, uno justo antes del descanso y otro al inicio del tercer periodo, para dejar sin posibilidad de reacción a los Packers que al menos sacaron fuerzas de flaqueza para maquillar el resultado.