bilbao - Denis Istomin había llegado con una invitación al Abierto de Australia y ayer provocó un incendio en el primer Grand Slam del año. El uzbeko, situado en el puesto 119 del mundo, eliminó en cinco sets (7-6, 5-7, 2-6, 7-6 y 6-4) y tras cuatro horas y 48 minutos de juego al actual campeón Novak Djokovic en la segunda ronda, lo que abre de par en par las puertas de todos los jugadores que iban por la parte del cuadro del serbio, entre ellos Rafa Nadal. Istomin, que la semana pasada disputó un torneo del circuito Challenger, jugó el partido de su vida, mientras Djokovic se vio preso de una situación que no esperaba y sufrió una derrota histórica.

Solo cuatro veces ha perdido el de Belgrado antes de la tercera ronda en un Grand Slam desde que empezó a jugarlos en 2005. La última fue en Wimbledon de 2008 cuando el ruso Marat Safin le derrotó en la segunda ronda. Y nunca había cedido ante Istomin. “Lo he dado todo, pero no ha funcionado. Me quito el sombrero ante Denis, que no ha demostrado nervios en los momentos importantes. Creo que su experiencia ha ayudado, todo le ha encajado. Fue en el momento y día adecuado para él. Ha sido mejor”, admitió Novak Djokovic, que cede casi 2.000 puntos en el ranking y ve alejarse las opciones de recuperar el número 1 del mundo, que ahora queda de forma clara en manos de Andy Murray.

La derrota del seis veces ganador del Abierto de Australia cambia el escenario del torneo, que deja un camino expedito en la parte baja del cuadro. Por ahí Rafa Nadal avanza poco a poco y ayer dejó fuera a Marcos Baghdatis por 6-3, 6-1 y 6-3. El de Manacor controló en todo momento al chipriota y se empleó con determinación a la hora de cerrar los juegos, a la vez que exhibió una agresividad que le llevó a firmar 32 golpes ganadores por 33 errores no forzados. Pero Nadal parece haber aparcado las dudas y vuelve a dictar el ritmo de los partidos.

En la tercera ronda le llega lo que considera “una gran prueba” ya que sé medirá a Alexander Zverev, el alemán de aún 19 años al que el propio tenista balear y muchos otros consideran un futuro número 1 del mundo y que tiene desparpajo y juego suficiente a su edad para avanzar lejos en este Abierto de Australia. “Su potencial ya es muy alto. Será un duelo de máximo nivel y máxima exigencia y tengo que estar preparado para hacer un gran partido si quiero tener opciones de ganar”, añadió Nadal.

Entre los principales favoritos también avanzaron Milos Raonic, Gael Monfils y Dominik Thiem, lo mismo que Roberto Bautista y David Ferrer, que se enfrentarán en la tercera ronda. El sorprendente Denis Istomin jugará ahora ante el asturiano Pablo Carreño.

cae radwanska No solo en el torneo masculino hubo sobresaltos. En el femenino se produjo la eliminación de Agnieszka Radwanska, tercera cabeza de serie, a manos de la veterana croata Mirjana Lucic-Baroni, que logró su primera victoria en el Abierto de Australia desde 1998 con una facilidad inesperada: 6-3 y 6-2.

La derrota de la polaca contrastó con el triunfo de Serena Williams en su segundo choque consecutivo ante una rival que estuvo entre las ocho mejores del mundo. La de Florida tuvo que sacar su mejor repertorio de potencia y agresividad para vencer por 6-3 y 6-4 a la checa Lucie Safarova, una jugadora ante la que en 2015 disputó la final de Roland Garros.