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PROSETECNISA ZUAZO: Elicegi (1), Nogales (5), Hernández (5), Manrique (1), Oihane, Agirregomezkorta, Mujika (1), Azaola, Alexandra (3), Aalla, Espinola (6), Martín, Egozkue (2), Castellanos, De Andrés y Beristain.

HELVETIA ALCOBENDAS: Reyes, Sánchez, Mateus (4), Azurmendi, Andreu (1), Cardador, Alba (3), Francés, Gandulfo (5), Ausas (6), Navas, Ciobanu, Silva (3) y Llopis.

Parciales: 1-2, 1-4, 4-6, 5-6, 8-7, 10-10 (al descanso); 14-12, 16-14, 19-15, 22-17, 23-20 y 24-22.

Árbitros: Pablo García y Juan Manuel Vinagre excluyeron a las locales Nogales, Oihane, Espinola y Egozkue; y a las visitantes Gandulfo (2) y Ausas (2).

bilbao - El Prosetecnisa Zuazo recibía a un rival complicado como es el Helvetia Alcobendas. Disputando competición europea al igual que las rojinegras, el conjunto madrileño comenzó la temporada como favorito para estar en los puestos nobles de la clasificación, sin embargo, con el transcurso de las jornadas, los resultados parecían no acompañarle. De esta forma, el Alcobendas arribó a Lasesarre como un rival muy complicado pero, además, peligroso. Su ansia de puntuar cuanto antes para alcanzar posiciones más altas en la tabla les convirtió en oponente engañoso. Por eso al Zuazo le costó ganar. Mucho. Sudar y lágrimas. Pero acabó ganando, sumando dos nuevos puntos, y eso es lo importante.

Flojas empezaron las rojinegras el encuentro. Quizá confiadas por los buenos resultados que están cosechando esta temporada en Lasesarre -están invictas como locales-, las pupilas de Juanjo González se dejaron hacer durante los primeros parciales. Y el Alcobendas se aprovechó. Las visitantes se hicieron con el control inicial del marcador y dieron más muestras de querer llevarse el partido. Pero el Zuazo consiguió despertar de su letargo e igualar el partido. Así, en apenas diez minutos, las rojinegras subsanaron la distancia de tres goles que había cosechado su rival a base de bueno contragolpes. Y comenzó un nuevo partido.

En este la igualdad fue la protagonista. Fue un toma y daca constante. Un partido que gusta ver y, sobre todo jugar. Los tantos llegaban en ambas porterías y con el empate en el luminoso (10-10) se llegó al descanso.

Tras el paso por los vestuarios, el conjunto barakaldarra ofreció una cara renovada. Más vital, más defensiva. Mejor. Así cogieron las riendas del encuentro y cogieron una renta de dos goles que, aunque no les garantizaba nada, les permitía disfrutar del balonmano con menos presión. Las fabriles se atrevieron más, escogieron mejor cada pase, cada disparo, y aumentaron la distancia con un Alcobendas que vendió muy cara su derrota.

Sin embargo, con esta victoria, el Zuazo continúa en el tren cabecero de la clasificación, siguiendo la estela de los favoritos a todo. Así, terceras en liga -aunque empatadas a puntos con el Gran Canaria, segundo, y el Mecalia Guardés, cuarto-, el Zuazo no puede dejar de sonreír.