bilbao - Magnus Carlsen (Noruega, 1990) es el actual campeón del mundo. El número uno del ajedrez. Aunque el pasado miércoles cayera en la primera ronda con Nakamura, también es el favorito para llevarse la novena edición de la Final de Maestros. Los focos están puestos en él por la oportunidad que le brinda el torneo de medirse en dos partidas únicas a Serguéi Kariakin, el aspirante a quitarle el título mundial, a cuatro meses de la lucha definitiva en Nueva York.

¿Con qué sensaciones llega a Bilbao?

-Buenas, estoy encantado de volver. Para mí es muy agradable venir a Bilbao porque he ganado un par de veces y a mi familia le encanta venir.

La última vez que ganó la txapela fue en 2012, ¿ya le toca repetir?

-Efectivamente, ha pasado tiempo desde que la gané así que claro que tenía ganas de volver y, sobre todo, ganas de volver a ganar aquí.

Una victoria antes del título mundial sería muy buena para su confianza de cara a noviembre.

-Realmente no pienso en eso, creo que este torneo es suficientemente importante en sí mismo como para querer ganarlo. Tiene jugadores muy buenos que la hacen una competición muy fuerte, pero por supuesto que ganar aquí me daría confianza.

¿Qué opina de enfrentarse a Kariakin con el título mundial de noviembre a la vuelta de la esquina?

-Pues precisamente por eso me parece interesante enfrentarme contra él. No sé las aperturas o la clase de variantes que usará en noviembre así que por eso puede ser muy interesante ver qué pasa en las dos partidas que nos enfrentan aquí.

¿Se lo toma como un entrenamiento o viene a ganar?

-No. No es un entrenamiento, vengo a ganar.

¿Pero va a guardar sus cartas o va a querer demostrar que puede ganar al ruso?

-No pienso en eso. Me voy a tomar la Final de Maestros como un torneo de alto nivel más, no como la previa del título mundial porque en Bilbao hay otros jugadores además de Kariakin que hay que tener en cuenta para ganar. En ese sentido, no voy a tener una preparación especial que no haya tenido para otros torneos de estas características.

¿Entonces va a estar más pendiente de sus partidas o lo va a tratar como un rival más?

-Solo como otro jugador más porque aquí se trata de un rival más. De hecho, pienso que centrarme demasiado en Kariakin lo que podría provocar es que me alejará de lo importante, que es estar concentrado en jugar un buen ajedrez. Hay otros cinco jugadores a los que hay que ganar para llevarse la Final de Maestros.

Es el ajedrecista que más puntos ELO ha tenido en la historia. ¿Le supone alguna presión?

-No. Me siento bien ahora que tengo un ELO que no es demasiado alto ni demasiado bajo. Hace medio año lo tenía un poco más bajo y mis rivales estaban a punto de cogerme. Sin embargo, ahora tengo un cierto margen, no es lo suficientemente alto pero me permite no tener que hacer muchos resultados o tener que preocuparme por los récords. Creo que estoy en el momento correcto.

¿A quién considera el rival más fuerte en la Final de Maestros?

-Todos los jugadores son fuertes y pueden jugar bien como para ganarlo, pero si tuviera que destacar a alguien sería a Yi Wei porque es un ajedrecista que todavía no conozco muy bien. De hecho, no sé si es un jugador ya de clase mundial o si todavía tiene que formarse. Además, solo he jugado una vez con él y fue difícil.

¿Esta es la Final de Maestros más complicada que ha jugado?

-No lo creo. Espero que no, vaya, porque las dos últimas veces que jugué en Bilbao ya fue complicado. Es más, la última vez que gané, jugué muy mal la primera fase del torneo, que se disputó en Sao Paulo. Jugué terriblemente mal, tanto que luego, aquí, tuve que hacer una remontada tremenda así que estoy encantado de que esta edición sea íntegramente en Bilbao.