bilbao - Por fin salió el sol en Bizkaia y sirvió para alumbrar a las estrellas del atletismo que ayer se congregaron en la pista de Zorro-tza con motivo de la XV edición de la Reunión Internacional de Atletismo Villa de Bilbao. La Guajira cubana sonó durante toda la tarde de ayer al son que ponían sus atletas, entre los que destacó Pedro Pablo Pichardo. El número uno del triple salto mundial se estrenó ayer en longitud y lo hizo, además, ganando la prueba. Su marca de 7,81 metros resultó inalcanzable. El líder de la Diamond League está intratable y con su actuación acalló los rumores sobre sus supuestas lesiones. De hecho, para evitarlas, concursó en longitud y no en triple salto. Daniel Osorio, su entrenador, confesó ayer que “el triple salto le carga mucho las piernas a Pablo y esta semana hemos tenido una carga de trabajo muy fuerte”. Pero Osorio, exatleta también de triple salto, no quería perderse la ocasión de volver a una ciudad que le “encanta” y a la que quiso “regalarle” el debut oficial de su discípulo en longitud.
Pichardo afirmaba sentirse físicamente “muy fuerte” y preparado para los próximos retos que le vienen encima. De hecho, su pretensión en la prueba de ayer era entrenar su despegue en el triple salto. Y es que al cubano le vale con su nivel de entrenamiento para ganar competiciones que ni siquiera son su especialidad, tal y como demostró ayer sobre el tartán bilbaino.
El ambiente tardó poco en calentarse en unas gradas abarrotadas, concretamente el tiempo que empleó la saltadora de longitud Yamilé Aldama en calzarse los tacos. La cubana, con pasaporte británico, no encontró la tabla en toda la tarde, pero tampoco importó demasiado, pues el público se entregó a su constante sonrisa y abundante gesticulación, toda una alegría para los aficionados , que aplaudían al ritmo que marcaba con sus carreras hacia la arena. “Seis nulos, es una pena, pero las sensaciones en la batida han sido muy buenas. Una lástima que esas no las midan”, se resignaba la saltadora.