Adaptarse o morir. Una idea que la Klasika de Primavera de Amorebieta -se disputa el próximo 13 de abril- ha ido desarrollando durante sus 60 años de historia. Continuos cambios que han convertido a la prueba zornotzarra en una de las más relevantes a nivel estatal. Este año, la Sociedad Ciclista Amorebieta, organizadora de la carrera, se ha visto obligada a borrar del libro de ruta el tradicional alto de Autzagane. Las obras en la carretera ponían en riesgo la seguridad de los ciclistas y eso ha hecho que los organizadores hayan decidido no ascender el puerto. Por lo que las tres subidas a Muniketa, una vez desde Arriandi y dos desde Zugaztieta, seleccionarán la prueba de 171,5 kilómetros. Pero antes de llegar al gran escollo del día, los ciclistas se enfrentarán a un trazado duro, en el que no habrá ningún momento para el respiro . La salida está prevista a las 9.30 y la llegada será a partir de las 13.30 horas.
Un recorrido en el que no estará el vencedor del año pasado, Rui Costa. El portugués milita actualmente en el Lampre y su equipo no acudirá a la cita vizcaina. Un lugar en lo más alto del podio anhelado por muchos, pero que tiene unos claros aspirantes: los corredores del Movistar. Los hermanos Izagirre, Beñat Intxausti, Igor Antón, Alejandro Valverde y compañía serán los únicos corredores de un equipo World Tour. El resto de la preinscripción la componen el Caja Rural y otras diez formaciones continentales, entre las que no faltará el Equipo Euskadi. Todos ellos dispuestos a alterar el previsible dominio del conjunto azul.
Valverde aspira a conseguir su cuarta txapela zornotzarra. Un logro que convertiría al ciclista murciano en el máximo galardonado de la prueba organizada por la Sociedad Ciclista Amorebieta, superando a Fede Etxabe y Eusebio Vélez.
La Klasika de Primavera será el punto y final de la semana vasca del ciclismo. Del 5 al 13 de abril, todas las miradas de los aficionados a las bicis estarán puestas en las carreteras de Euskadi. Los problemas económicos han hecho que los organizadores de cada una de las pruebas hayan tenido que volver a hacer malabares para cuadrar sus presupuesto y sacar adelante, un año más, estas carreras tan esperadas para el aficionado vasco. Será una fiesta del ciclismo extraña, pues por primera vez en dos décadas no estará Euskaltel-Euskadi foco y gran animador de las pruebas de casa.
Mañana, el Gran Premio Indurain será el encargado de abrir la semana vasca del ciclismo. Una prueba que estuvo en vilo hasta el último momento, pero que al final volverá a disputarse en Lizarra. Alejandro Valverde, Simon Spilak, ganador en 2013, y Tom Jelte Slagter encabezan una participación en la que habrá tres World Tour -Movistar, Katusha y Garmin-Sharp- y nueve continentales, entre ellos, el Equipo Euskadi.
El domingo será el turno del ciclismo aficionado. La 44ª edición del Memorial Valenciaga, una de las pruebas más importantes del panorama amateur estatal, se celebrará el domingo con salida y llegada en Eibar. Una prueba en la que han ganado muchos corredores que luego han brillado en el mundo profesional como Gorospe, Mujika, Unai Osa, Óscar Freire, Joaquim Rodríguez, Mikel Nieve o el fallecido Víctor Cabedo. El guipuzcoano Unai Intxiarte tratará de mantener su liderato en la Copa de España en la carrera eibartarra.
Asimismo, el domingo también se disputan la Vuelta a la Rioja para profesionales y el Gran Premio Primavera en Amorebieta, una carrera perteneciente al Torneo Lehendakari y que será el aperitivo perfecto antes del plato fuerte de la semana, la Vuelta al País Vasco.
La gran cita El 7 de abril empieza la gran prueba para el ciclismo en Euskadi, la Vuelta al País Vasco. Alberto Contador, Rui Costa, Alejandro Valverde, Beñat Intxausti, Samuel Sánchez... son algunos de los corredores que forman el gran elenco de favoritos. Ordizia, Dantzarinea, Gasteiz y Markina-Xemein serán los finales de etapa de una carrera que se decidirá previsiblemente en el puerto eibartarra y la contrarreloj final de la localidad markinarra.