LONDRES. "No es una tragedia, así es el deporte. La vida continúa, no es algo dramático", dijo Nadal en una abarrotada sala de prensa en el All England Club. "Mi temporada ha sido mucho mejor de lo que hubiera pensado hace siete meses".
Nadal admitió que la falta de preparación sobre hierba -no jugó ningún torneo en la gira previa a Wimbledon- pudo haberle pasado factura hoy.
"No le mentía a nadie el sábado, es la superficie más dura para mí. He llegado aquí el martes y no tuve la oportunidad de jugar antes sobre hierba", comentó un Nadal parco y escueto en varias de sus respuestas.
"Sabía que este año iba a ser más duro que nunca", agregó. "Era complicado tener un gran éxito en este torneo. No sé si hubiera sido capaz aquí", dijo Nadal, que se negó tajantemente a hablar sobre el estado de su rodilla izquierda.
"No voy a hablar sobre la rodilla hoy", se limitó a decir.
Sin embargo, el número cinco del ranking sembró hoy varias dudas sobre sus próximos pasos en el circuito y no descartó jugar la gira sobre arcilla posterior a Wimbledon para evitar el cemento, una superficie poco benévola con sus articulaciones.
"Mi calendario no te lo puedo decir ahora. El único objetivo es terminar la temporada bien. No es tan lejano lo que pasó la temporada anterior. Vengo de un proceso que no ha sido fácil".