BILBAO. Milovan Rakovic es uno de esos tipos que impone con su presencia, pero que transmite todo lo contrario en el trato cercano. Reflexivo, sereno, con un punto de timidez, el pívot serbio trabaja para seguir mejorando como jugador, mientras descubre cuando puede las bondades de "una ciudad perfecta" como Bilbao.
En este momento de la temporada, cuando se ha cubierto casi la primera vuelta, ¿qué balance puede hacer?
Me siento muy bien en Bilbao. Es una nueva experiencia para mí, nunca había jugado antes en la Liga ACB y puedo decir que me encanta. Me gusta la mentalidad de la gente, es muy amable, algo que es extensible al club. Esto es como una familia y se demuestra día a día. Creo que tenemos que seguir de esta manera porque así podremos alcanzar los éxitos esta temporada. Estoy seguro de ello por la calidad de los jugadores y del entrenador y por la fortaleza y energía que nos transmitimos entre todos, algo que se mantiene de temporadas anteriores.
¿Está conforme con su papel en el equipo?
Es diferente al que he tenido en otros equipos. Estoy satisfecho, pero no totalmente. Aunque ya he asimilado cuestiones referidas al ataque, sé que la defensa es lo que te puede llevar lejos. En este sentido, mi papel es arropar a los compañeros, protegerles, y sé que tengo que mejorar en eso. Creo que con tiempo puedo conseguirlo.
¿Es la Liga ACB lo que esperaba antes de venir aquí?
La verdad es que no esperaba que hubiera tantos jugadores con tanta calidad atlética. Por descontado, es la Liga más fuerte de Europa. Se juega un baloncesto diferente y para mí no es fácil aceptar algunas cosas como no poder usar el cuerpo de determinada manera. Sé que mi problema son las faltas, pero porque se juega de forma diferente a lo que estaba acostumbrado. Es algo que nos cuesta a todos los nuevos en la competición, pero cada día voy aprendiendo cosas, detalles, que me ayudan a adaptarme de la mejor manera posible.
Supongo que para usted será de gran ayuda contar al lado con Nikos Zisis, con el que ya jugó en Siena.
Por supuesto. Además, en Siena teníamos un estilo bastante parecido porque también poníamos énfasis en la defensa. Sabemos cómo jugar juntos, que hace cada uno en la cancha y para mí es un placer que volvamos a coincidir en Bilbao.
Y, a la vez, usted por afinidad puede ser un apoyo para Fran Pilepic, que no lo está pasando bien.
Todos los jugadores pueden ayudarle. La ventaja es que los dos hablamos el mismo idioma y puedo entender lo que piensa. Es un buen chaval, una buena persona y un buen jugador de baloncesto, con gran potencial. Pero, por encima de cada uno de nosotros, está la excelente química que hay en el equipo, que hace que todos nos ayudemos porque todos somos buena gente, lo que es muy importante para el trabajo diario.
En sus actuaciones, ha alternado días buenos y días malos. ¿Cree que ha completado su adaptación a la Liga?
Aún no, no lo creo. Ya te he comentado lo de los problemas con las faltas que es mi principal debilidad y lo que me impide dar todo lo que puedo. El criterio es el que es y no puedo hacer nada. Es solo el estilo de juego de aquí y no me queda más remedio que adaptarme. A lo mejor tengo que empezar a empujar menos y a utilizar otro tipo de recursos.
¿Siente que a veces le tratan injustamente los árbitros? ¿O solo es parte del proceso?
Tampoco es eso. El árbitro es el juez y poco importa si estás de acuerdo o no con sus decisiones, o si está en tu contra o no. Muchas veces, durante el partido, te puedes dejar llevar por las emociones y los nervios y pensar así. Pero después del partido, cuando lo revisas de nuevo, tu punto de vista puede cambiar.
Con el partido en Valencia empieza una fase muy exigente del calendario. ¿Cree que el equipo está preparado?
Por supuesto. Va a ser un mes muy duro, pero tenemos que jugar partido a partido, sin mirar más allá porque con la derrota en Zaragoza dimos un paso atrás y no queremos que se repita. Ahora tenemos al Valencia que es un oponente muy fuerte y debemos dar el 100% para ganar. Tenemos calidad para ello. Lo que hace duro el calendario es la Eurocup, donde también tenemos al Valencia. Queremos acumular energía y estar muy concentrados para hacerlo bien en un grupo que no es nada fácil. Luego, llegará la Copa, el final de la historia de este mes, y veremos entonces dónde estamos.
¿Es la Eurocup el objetivo principal para los jugadores del Bilbao Basket?
Tenemos que tomarnos cada competición con la máxima ambición y el deseo de ganar cada día. Pero, claro, la Eurocup es un torneo de mucha trascendencia y hemos demostrado que podemos hacer cosas importantes al ganar todos los partidos en la primera fase. Pero me parece que es prematuro hablar de si podemos ganar el título. Vamos a dar el 100% de nosotros porque no sabemos qué puede pasar.
Ha jugado en Serbia, Italia, Rusia o Lituania y ha acumulado distintas experiencias. ¿Es ya el jugador que quería ser cuando empezó en esto?
No, para nada. Todos los jugadores aprenden hasta el final de su carrera. En cada entrenamiento, en cada partido, puede haber un movimiento, un detalle, que te mejore. Eres un buen jugador si eres capaz de captar estos pequeños detalles en el juego individual y en el colectivo. Por eso creo que aún estoy aprendiendo. Tengo 27 años y puedo dar más. No quiero creer que ha acabado mi crecimiento como jugador porque entonces pensaría que estoy cerca del final.
¿Qué le gusta hacer fuera de la cancha en su tiempo libre?
Tengo aquí a mi familia, a mi mujer y mi hija, y trato de pasar la mayor parte del tiempo con ellas. Mi hija tiene año y medio y ha crecido mucho, demasiado para su edad, quizás. Pero es divertido seguir ese crecimiento, cada minuto que paso con ella me lo parece. Tenemos entrenamientos, viajes y eso te impide estar tiempo con la familia. Este trabajo es así y, por eso, aprovecho que ellas están aquí para compartir los ratos libres, aunque sea dos minutos.
En su carrera no ha pasado mucho tiempo en el mismo lugar. ¿Siente que Bilbao puede serlo?
Sin duda. Me encanta la ciudad. Además, el clima es fantástico. Incluso cuando llueve, no hace demasiado frío. En otros sitios donde he estado he visto mucha nieve y no me agrada. Soy el tipo de persona que necesita el buen tiempo y aquí lo hay. Otra cosa muy importante para mí es la comida y aquí es excelente. Y la gente es muy agradable en su trato, siempre tratan de ayudarte. Todo me parece fantástico hasta ahora.
Usted ya se midió al Bilbao Basket con el Spartak San Petersburgo. Ahora es parte de un equipo que ha crecido mucho.
Sí, es verdad. Hace tres años ya me di cuenta de que era un equipo especial y lo he seguido desde entonces. Ha logrado grandes cosas, ha jugado la Euroliga y está creciendo constantemente lo que es muy bueno para la afición, para los jugadores y para los jefes, que pueden sentirse orgullosos de su equipo.