Nueva York. Un día después de haber dado la gran sorpresa al anunciar su retirada nada más concluir el abierto de Estados Unidos, Andy Roddick, el exnúmero uno del mundo, saltó al cemento de la pista central Arthur Ashe Stadium para reencontrarse con su mejor versión y lograr el pase a la tercera ronda. De momento, Roddick no jugó su último partido sino que recuperó su mejor tenis y superó sin problemas por 6-3, 6-4 y 6-0 al australiano Bernard Tomic.

Roddick pudo haber anunciado su retirada, pero en el campo no mostró que estuviese listo para hacerlo de inmediato en el torneo que lo encumbró al estrellato. El bombardero de Nebraska volvió a ser el de años atrás y mostró un juego brillante para barrer al joven australiano y pasar a la tercera ronda sin problemas, en la que tendrá la oportunidad de seguir siendo el auténtico A-Rod ganador.

El público lo recibió como lo merecía. Era un día especial y se entregó por completo, con tribunas repletas y con voces de aliento en todo momento. Roddick tampoco les defraudó y respondió con su mejor tenis en la hora y 27 minutos que necesitó para acabar con Tomic después de colocar trece saques directos y nada menos que 33 golpes ganadores.

El exnúmero uno del mundo nunca tuvo dudas de su juego, ni tan siquiera en la segunda manga, cuando estuvo en apuros y la marcha del partido se le pudo complicar. Roddick superó la situación con autoridad y concluyó el partido de forma arrolladora, sin ningún tipo de oposición y en sólo 21 minutos tras haber perdido cinco tantos.

"Ha sido un momento muy especial, creo que el público fue el que me hizo sentir mejor que nunca y que mi tenis fuese casi perfecto", declaró el tenista estadounidense al concluir el partido: "Espero seguir por este camino y hacer feliz a los seguidores neoyorquinos que son maravillosos, únicos".