bilbao. El día, su climatología, no acompañaba para una jornada deportiva al aire libre, para el desarrollo de un desafío entre la bilbaina Virginia Berasategui y la trainerilla de Deusto, retados a una carrera náutica en la ría de Bilbao como medio de promoción del II Triatlón de Bilbao que se llevará a cabo el próximo 19 de mayo. Curiosa carta de presentación. Sin embargo, los protagonistas estaban acostumbrados al líquido elemento. Una, porque lo nada; los otros, porque lo navegan.
El caso es que triatleta y remeros se citaron a la altura del Museo Guggenheim para tomar la salida de un acto que pretende "fomentar la actividad", así como la "promoción turística" de la Villa, además de "reforzar el valor de la recuperación mediambiental", como es el caso de la ría, notablemente cambiada con el paso de los años. Así lo hizo saber la organización del Triatlón de Bilbao, una cita que, como señalaron, "no puede nacer y morir en el mismo día".
El desafío consistía en completar Berasategui 300 metros de recorrido, mientras la trainerilla de Deusto surcaría 900 metros. Unas distancias pactadas entre los deportistas buscando la proporcionalidad. La salida se tomó en dirección a El Abra y los contendientes debían llevar a cabo dos largos hasta llegar a las cifras citadas.
Al descender de la embarcación Ibai Alai de la compañía Bilboats, Virginia ya dio cuenta de las dificultades que entrañaría el reto dada la baja temperatura del agua. "¡Que no caliento, que me enfrío!", gritó la bilbaina a los cuatro vientos, deseando comenzar la cita sin mayores prolegómenos que unos discretos estiramientos. De modo que el duelo arrancó con una Virginia braceando con saña. Las diferencias temprano se establecieron y la triatleta iba agotando, proporcionalmente, más rápido su trazado. Si bien, al iniciar el segundo largo, el de regreso hasta la altura del imperioso edificio del perro Puppy, la embarcación tomatera empezó a ganar velocidad, a entrar en calor con su cadencia de palada, y recortó las diferencias establecidas de partida. Y ya en los metros finales, casi emparejados, Berasategui consiguió alzarse con la victoria por un margen de 3 segundos respecto a la trainerilla. "¡Esto no hay quien lo pague con dinero!", dijo irónicamente y con la sonrisa vestida en su rostro Berasategui, haciendo sorna del frío. "Me cuesta hablar. Casi vomito la tortilla de patata que me he comido antes. Se me ha hecho más largo que los 3.800 metros que recorrí a nado en el Ironman de Sudáfrica", expresó, recién llegada precisamente del citado certamen, y aludiendo a "unos 13 grados" de temperatura del agua. "Pero bueno, el resultado es lo de menos", se apresuró a decir, antes de intentar revalidar el 19 de mayo su corona.
Este fue el punto de partida del Bilbao Triatlón, no en vano, el sábado 28 se realizará una salida en bicicleta para reconocer el terreno. Más tarde, los días 5 y 6 de mayo, habrá un fin de semana de entrenamiento en el que se realizará la prueba en sus tres segmentos (natación, ciclismo y carrera a pie) acompañados por asesores y entrenadores deportivos. El calentamiento para una cita que cuenta con 650 inscritos, más de la mitad procedentes de lejos de Euskadi.