"Edificios, gente... hay un montaje bastante serio en el Polo Sur"
La aventura de recorrer la Antártida en trineo encara su recta final y a principios de la próxima semana, los expedicionarios vascos podrían llegar ya a su destino final de la Bahía Hércules. "Tenemos ganas de terminar y separarnos un poco", bromean a través del teléfono satélite
bilbao. Las fuerzas van menguando, pero el buen humor reina en la expedición Naturgas/BBK Transantartika 2011. El 11 de noviembre del pasado año comenzó la segunda parte de este ambicioso proyecto cuyo primer capítulo se escribió en Groenlandia en el mes de mayo. Ahora, la aventura asiste a sus episodios finales. Juan Vallejo atiende la llamada y explica cómo se encuentra el equipo.
¿Cómo andan los ánimos?
Muy bien. Parece que esto por fin se acaba de verdad y estamos animados y con ganas de terminar. Empezamos a verlo cerca y estamos mejor.
¿Cuándo podrían llegar al destino final de Bahía Hércules?
Dependemos del viento, pero si tenemos buen viento podríamos llegar ya en dos días. Pero bueno, dependemos tanto del viento que pueden ser tres o seis, es imposible de calcular.
Una vez pasado el Polo Sur están yendo a toda máquina.
Sí, hombre. Ya es todo más favorable, es para abajo, el viento es más a nuestro favor y hemos ido más rápido que en la primera parte. En teoría, esta es más sencilla.
Es que las temperaturas no son tan bajas y tampoco estáis a tanta altura, ¿no?
Eso es. Hemos bajado y se ha notado un montón. Hemos pasado muchísimo frío y ahora al bajar del Polo hemos bajado 1.500 metros y se nota un montón.
¿Y las fuerzas, cómo van?
Fuerzas quedan pocas. Pero ahí seguimos.
¿Cómo ha sido pasar estas fechas navideñas en el Polo Sur?
A todos nos ha entrado la nostalgia. Nos ha dado un poquito de pena estar en estas fechas aquí.
¿Qué sintieron al llegar el punto más austral de la superficie terrestre?
Fue una sensación muy extraña, una mezcla muy rara entre alegría por cumplir el primero de los objetivos y extrañeza por lo raro que es aquello. Yo tenía una idea muy distinta de lo que iba a ser el Polo a lo que nos encontramos. Pero sientes mucha emoción porque era uno de nuestros grandes objetivos.
¿Cómo es el Polo Sur entonces?
Yo me lo esperaba más recogidito, una cosa más pequeña y nos encontramos allí un espacio muy grande con una base americana con gente, telescopios, bastantes edificios… es bastante grande, yo me lo esperaba más pequeño, más recogido, más familiar… pero la verdad es que hay un montaje bastante serio allí.
¿Qué ha sido lo más duro?
El frío. Hemos pasado mucho, mucho frío. Y además muy mantenido, durante todo el día, a todas horas. Ha sido desagradable lidiar con esas temperaturas. Un frío que se mete hasta los huesos. Ahora lo hemos dejado atrás y se lleva muchísimo mejor, pero ha sido insoportable.
Y el susto de la expedición fue cuando su trineo cayó en una grieta.
Sí. Ahora se queda casi en una anécdota porque yo afortunadamente no me caí, que me habría dado un buen castañazo. Pero los primeros días sobre todo pasamos terrenos bastante complicados con muchas grietas y una de ellas, yo la pude atravesar pero el trineo pesaba tanto que rompió el hielo y se cayó dentro, tuvimos que cortar la cuerda para que no me arrastrara y bueno, ha sido el susto de la expedición, pero se ha quedado en eso.
¿Se nota la experiencia de Groenlandia?
Sí, sobre todo con el manejo de las cometas. En Groenlandia perdimos muchos días, y aquí vamos más a tiro hecho. No se nos cae casi nada la cometa y cada hora que tenemos de viento la aprovechamos al cien por cien. Y eso es gracias a todas las horas que metimos en Groenlandia.
¿Las condiciones del terreno son muy distintas a aquellas?
Sí, estas están siendo más duras. En Groenlandia la superficie era muy buena y aquí en general está siendo muy mala. Groenlandia era muy llanito y muy plano, y aquí hay muchísimos sastrugis y eso hace que cometear sea entre muy incómodo y a veces imposible porque te puedes romper una pierna. Hay que ir con muchísimo cuidado. En Groenlandia apenas había y aquí son el pan nuestro de cada día. Hemos tenido que ir aprendiendo sobre la marcha a esquiar sobre ellos, esquivarlos… y eso nos hace ir muchísimo más despacio y hacer muchísimos menos kilómetros de los que podríamos hacer en otra superficie.
¡Es de día las 24 horas!
Sí, sí. El otro día, como nos daba solo viento de noche estuvimos con el trineo de dos a doce. Da igual, como es de día. Lo que pasa es que te cambia el ritmo biológico, tienes sueño, pero hay sol, luz y viento, así que…
¿Qué comen?
El desgaste físico es muy grande, estamos muchas horas fuera de la tienda, se consume mucho. Los primeros días tuvimos que tirar nosotros del trineo y esos días el gasto es muy grande. Y el frío encima te consume por dentro y hay una necesidad de consumir muchas calorías, sobre unas 5.000 al día. Y de comida, tenemos cosas muy normales, nada especial. Todo con mucho poder calórico. La comida principal es pasta y arroz; un día pasta y otro arroz, un día pasta y otro arroz…