La montaña se queda huérfana
Bonatti y Loretan, extraordinarios montañeros, fallecieron a los 81 y 52 años respectivamente
BILBAO. EL alpinismo puro fue y seguirá siendo el de Walter Bonatti (Bérgamo, 22 de junio de 1930-Roma, 13 de septiembre de 2011). El sobrehumano, el de Erhard Loretan (Bulle, Suiza, 28 de abril de 1959-arista somital del Grünhorn, Friburgo, 28 de abril de 2011). La montaña se ha quedado huérfana este año. Dejó de escalar las altas cumbres el maravilloso alpinista italiano a los 35 años y murió en un hospital de Roma a los 81 años; a Loretan se lo llevó la montaña el día que cumplía 52. En un accidente de esos con aires incomprensibles, pues el suizo, una máquina, un superhombre en sus tiempos de escalador, se resbaló en Los Alpes y cayó 200 metros cuando actuaba de guía. Murió al instante.
Los dos, distintos, han escrito parte de la historia del himalayismo. Bonatti es, simplemente, "la mayor referencia ética en el mundo de la montaña", como considera Sebastián Álvaro, quien fue amigo del insuperable alpinista. "La figura de Walter Bonatti es esencial para entender el alpinismo y la aventura de hoy en día, a pesar de que no hubiese escalado ninguna montaña de ocho mil metros. Pero la escalada del famoso pilar oeste del Dru, realizada en solitario en 1955, la cara norte del Cervino, su dramática aventura en el pilar central del Frêney, en 1961, la expedición del K2, en la que cargó con las botellas de oxígeno de sus compañeros, o la temible escalada de la más bella montaña del Karakórum: el Gasherbrum IV, sin repetir hoy en día, cuentan más y han tenido mucha más trascendencia que la gran mayoría de ascensiones que hoy se realizan en el Himalaya", agrega el que fuera director de Al filo de lo imposible.
Bonatti sobrevivió a la muerte dos veces: la primera, en 1954 durante la conquista del K2. "Bonatti y el sherpa Mahdi habían porteado seis botellas de oxígeno hasta los 8.100 metros de altitud, pero sus compañeros Lacedelli y Compagnoni habían montado el campo de altura más arriba. Se hizo de noche, Bonatti no veía la tienda y a gritos logró comunicarse con sus compañeros, quienes le conminaron a que descendiese. No había luz suficiente para emprender el descenso y Bonatti y Mahdi pasaron la noche al raso, experiencia desconocida para el ser humano. A Mahdi le cortaron todos los dedos. Bonatti, físicamente indemne, apenas 24 años de edad, sufrió posteriormente un calvario psicológico: nadie quiso creer su versión en Italia para no empañar la fiesta de la conquista del K2", como explicó en El País Óscar Gogorza, periodista y escalador.
La segunda vez fue en 1961. "En la tragedia más grande del alpinismo", como el propio Bonatti definió. Fue cuando dos cordadas, una italiana y otra francesa, intentaron ascender por primera vez el Mont Blanc por el pilar central del Frêney. A los expedicionarios les sorprendió una tormenta eléctrica y solo Bonatti y otro compañero salvaron la vida milagrosamente, el resto falleció por agotamiento.
A la tercera, el alpinista transalpino no pudo huir de la muerte y un cáncer de páncreas apagó su corazón aventurero.
Loretan se quedó en la montaña que lo vio crecer. Fue el hombre capaz de escalar el Everest en 31 horas sin oxígeno y en estilo alpino, el que era capaz de aguantar con medio litro de agua 24 horas de ascensión en un ochomil. El prestigioso alpinista suizo fue el tercer hombre del mundo que holló las cimas más altas del planeta. Su filosofía siempre fue ir rápido y ligero y así coronó los catorce ochomiles en ocho años.
primer 'ochomil' invernal Con ellos, con Bonatti y Loretan, se va parte de la historia brillante de la montaña. Fueron alpinistas supremos, pero su relevo en la actualidad bien lo pueden coger Simone Moro, Denis Urubko y Cory Richards, que rompieron con las leyes que imperaban en el himalayismo al conquistar el primer ochomil invernal en el Karakórum. Precisamente, el alpinista italiano comentaba en estas páginas que "la razón por la que yo he ido once veces en invierno a hacer una expedición es porque estoy intentando repetir el alpinismo que se hizo en el pasado".