bilbao. La XXVI edición del Torneo Cafés Baqué quemó ayer su penúltimo cartucho con la disputa de las semifinales en las categorías cadete y juvenil. Con el frontón de Atxondo como testigo, los jóvenes pelotaris se pusieron manos a la obra para tratar de amarrar unos billetes que ya tienen nombres y dueños de cara a las finales del próximo domingo en Mañaria.
En la lucha entre los cadetes, la primera semifinal enfrentó a Bereikua y a Ibarrondo, que no dio opciones al de Iurreta al imponerse por un contundente 5-18 que hizo inútiles los intentos de su oponente por hacerse con un hueco en la final del domingo. Una final en la que Ibarrondo tendrá que luchar por la txapela ante el navarro Agirre, quien logró su plaza para el envite decisivo de la categoría, merced a una trabajada victoria sobre Gómez por 18-14. De este modo, uno y otro pelotari tendrán el honor de abrir fuego en la cita de pasado mañana, a partir de las 11.30 horas, en Mañaria, donde también habrá ocasión para alzar otra txapela.
elezkano repite final Si Ibarrondo y Agirre serán los protagonistas de discernir la primera final del domingo, Elezkano y Sánchez serán los encargados de dilucidar la txapela en categoría juvenil. El primero repetirá final tras imponerse al galdakaotarra Larunbe por un esclarecedor 22-6, mientras que el guipuzcoano Sánchez se deshizo por 22-16 a Artola, finalista en la edición del año pasado y que en esta ocasión acaba su andadura en unas semifinales llenas de talento y emoción.
Así, con la disputa de las dos grandes finales del torneo, se pondrá el punto y final a una nueva y vibrante edición del Torneo Cafés Baqué, que como cada año, ha vuelto a mostrar las cualidades y progresos de los pelotaris de un futuro cada vez más cercano. Unas promesas del mundo de la pelota que el domingo vivirán una mañana estelar en la que el objetivo parece claro: lograr las txapelas.