TRAPAGARÁN 25- 26 AMENABAR

TRAPAGARÁN: Otxoa (2), Iñigo (1), Larrea, Marín, Gorka (6), Igor (1), Francisco, Iker (1), Daniel (4), Sergio (1), Gaizka, Jon (3), Gonzalo (1) y Galder (5).

AMENABAR: Josu, Iñigo (1), Tempe (6), José Luis, Mikel, Josu (2), Igor (1), Ander, Joseba (3), Iñigo (1), Julen (8), Urko (5), Erik y Gorka.

Parciales: 2-2, 4-5, 6-6, 6-9, 7-11, 11-13 (al descanso); 11-15, 14-16, 17-18, 20-20, 22-22 y 25-26.

Árbitros: Laín Montes y Aitor Cano excluyeron a los locales Iñigo, Igor e Iker; y a Urko del Amenabar. Además, descalificaron a Mikel, del equipo visitante.

bilbao. El Trapagaran volvió a demostrar ayer que su juego sigue muy vivo, que puede disputarle la victoria a cualquier rival por poderoso que sea y que no es de esos equipos que se rindan ante las adversidades. En el choque de ayer, y ante el líder de la categoría, plantaron batalla en todo momento a un adversario que propuso un intenso duelo desde el pitido inicial. Un comienzo de partido en el que el Amenabar logró ponerse por delante en varias ocasiones, pero sin irse en el marcador en ningún momento.

Así, entre ligeras ventajas visitantes y con un envite que se comenzó a antojar duro y exigente para ambos conjuntos, se llegó al descanso. Un 7-11 que marcaba la mayor renta obtenida hasta entonces por cualquiera de los dos equipos y que comenzó a poner cuesta arriba un triunfo en el que el Trapagaran no dejó de creer en ningún instante. Y es que, tras un nuevo parcial que llevó el duelo hasta el 11-15, los locales consiguieron acercarse en el luminoso. Y lo hicieron a base de juego y casta, de ganas e ilusión por no ceder ante los suyos en un partido que lograron empatar a 20 tantos a falta de diez minutos para el final.

final de infarto Comenzaba un nuevo minichoque de diez minutos en los que el Trapagarán volvió a mostrar su mejor versión para ponerse por arriba en el marcador a falta de cuatro minutos para la conclusión. Sin embargo, el líder lo es por algo y el Amenabar, con Julen Aizpitarte como hombre más destacado con ocho goles, no rehusó la guerra deportiva en ningún instante. Un ímpetu que llevó a ambos equipos a un final de partido que se acabó decidiendo del lado de los guipuzcoanos tras un ataque que acabó en el fondo de las redes cuando el encuentro parecía abocado al empate final.