bilbao. Están condenados a encontrarse muchas veces en los próximos años. Ahora mismo es una línea muy fina la que los separa y sólo el estado de gracia de Novak Djokovic, que encadenó su vigesimocuarto partido y cuarto torneo consecutivos sin perder, marca la diferencia. El serbio se llevó ante Rafa Nadal la final del Masters 1000 de Miami, que se resistió al tercer intento del manacorense, en el tie-break del tercer set después de un choque disputadísimo (4-6, 6-3 y 7-6) que se fue hasta las 3 horas y 20 minutos de duración.
El Open de Australia, Dubai, Indian Wells y Miami han visto ganar al tenista de Belgrado, que parece haber abandonado la inconsistencia mental que le impidió en el pasado alcanzar cotas mayores. Ahora Nole, aunque no aparta algunos de sus gestos para la galería, es un jugador pétreo y muy sólido, con una gama de golpes que le permite salir de muchos apuros. Ayer, comenzó cediendo su servicio a Nadal en el tercer juego. El balear, pese a la inconsistencia de su saque, llegó hasta un 5-1 que auguraba un partido rápido. Nada más lejos.
Djokovic decidió ser más paciente, redujo el número de sus errores no forzados y llegó hasta un 5-4. No pudo impedir que el set cayera en manos del número 1 del mundo, pero sí empezó a construir su victoria. Sus tiros besaban las líneas y la pronta ruptura del saque del de Manacor, incapaz de tomar la iniciativa en los puntos, enfiló al serbio a apuntarse al segundo set.
La igualdad presidía el choque, lo mismo que la irregularidad de ambos tenistas, a los que el viento molestó lo justo para limitar su juego. En el tercer set, el saque fue casi una tortura para ambos, que acusaban el cansancio. A duras penas lo lograron mantener en plena batalla física y psicológica y se llegó al desempate. Los cinco primeros saques cayeron del lado del restador, el último de ellos gracias a una doble falta de Nadal que dio a Djokovic una mínima ventaja que supo explotar porque, ahora sí, supo hacer valer su servicio para escaparse hasta el 7-4 definitivo.
Djokovic se convirtió así en el cuarto tenista desde 1990 que gana en Australia, Indian Wells y Miami en una misma temporada. Los otros tricampeones fueron Pete Sampras, Andre Agassi y Roger Federer. "Es una de las mejores finales que he jugado en mi vida. Es increíble ganarle al número 1 en el tie-break", dijo el ganador. Es la segunda vez en 2011 que Nole derrota a Nadal en una final, ya lo hizo en Indian Wells. Puede ser un presagio, o no, porque la próxima cita con los Masters 1000 en Montecarlo, donde se inicia la campaña de tierra, el territorio de Nadal.