bilbao. "Me marcho tocado porque difícilmente voy a tener otra oportunidad como esta. Pero no tengo nada que reprocharme". David Ferrer era consciente de que en el Rod Laver Arena se le había escapado quizás el tren de su vida, el vagón que, a sus 28 años, le podía colocar en la primera final de un Grand Slam de su carrera. El tenista de Jávea estuvo cerca, pero Andy Murray impuso en la segunda semifinal del Abierto de Australia la sutil diferencia que existe entre el número 4 y el número 7 del mundo: 4-6, 7-6, 6-1 y 7-6 tras 3 horas y 46 minutos de juego.
Fueron apenas dos tie-breaks los que alejaron a Ferrer de la final soñada. El alicantino había dominado el primer set gracias a su buena derecha, que castigaba los segundos servicios de Murray. El escocés, irregular al alternar errores con la derecha y golpes ganadores con su revés, no encontró su mejor juego hasta el segundo set, justo cuando el primer servicio le empezó a funcionar. Pero Ferrer seguía su plan escrupulosamente, variando golpes de un lado a otro, y llegó a gozar de bola de set con 5-4 y 30-40 al resto.
El británico pensaba que el marcador iba sólo 4-3 y el saque le sacó de forma involuntaria de una situación muy apurada. Después de perder un 6-5 con saque a favor, Andy Murray demostró su dureza mental en un tie-break fatal para David Ferrer ya que le duró en la cabeza varios minutos. Los suficientes para sufrir el vendaval de Murray en el tercer set. El tenista de Dunblane se lo anotó en apenas 42 minutos de un tanteo engañoso ya que el alicantino dispuso de siete bolas de ruptura de las que no aprovechó ninguna. En cambio, Murray convirtió dos de las tres que le entregó la debilidad de su rival con el primer servicio.
El partido había dado la vuelta por nimios detalles. Ferrer había dominado, pero se encontraba por detrás en el marcador y decidió seguir luchando, al contrario de lo que le ocurrió en el Abierto de Estados Unidos de 2007 ante Novak Djokovic. Los puntos se alargaban más allá de los 30 golpes, pero Murray siempre encontraba la manera de salir indemne. En esa fase agónica del duelo, el servicio marcó las diferencias, con Ferrer sufriendo poco por encima del 50% de acierto. Con una rotura para cada uno, se llegó a otro tie-break. De nuevo, el escocés tomó la delantera y de nuevo, condujo con clase y decisivas llegadas a la red hacia el triunfo.
a la estela de fred perry Andy Murray y Novak Djokovic disputarán mañana (9.30 horas) una final inédita. Será la tercera en un Grand Slam para el británico, ambas perdidas ante Roger Federer en Estados Unidos en 2008 y en Australia hace un año. El pupilo de Álex Corretja sigue tras la estela de Fred Perry, el último jugador de las Islas que ganó en Australia en 1934 y el último ganador de un torneo del Grand Slam en 1936. "No quiero cargarme de más presión y pensar que ningún británico ha ganado aquí desde entonces. Intentaré sacar el máximo de la experiencia, asegurarme de que estoy tranquilo en la cancha y aprovechar la oportunidad", comentó Andy Murray, feliz tras un "partido muy duro" que le colocó en una final "en la que es bueno que no estén Nadal y Federer. Ellos aún pueden hacer cosas muy buenas en el tenis, pero prefiero jugarla yo que verla por la televisión".