gernika-lumo. Cinco jornadas encadenando otras tantas victorias han puesto al Bizkaia Gernika Rugby en la zona noble de la División de Honor. Pero tamaña proeza podría empañarse con una pizca de desilusión entre la afición verdinegra si hoy -a partir de las 12.30 horas- no doblegan en su feudo de Urbieta al líder La Vila. Solo así el club basurde puede dar un paso adelante en sus ambiciones de inicio de temporada y dejar de lado el discurso de la consolidación en la máxima categoría para abrirse a un nuevo horizonte de aspiraciones superiores.

Tercero contra primer clasificado en el tramo liguero en el que se decide el entorchado, los dirigidos por Chancha Giménez tienen un duro examen para calibrar su futuro. Al final del choque se verá si el club gernikarra puede seguir mirando a la cima. Para ello Urbieta será todo un fortín -se espera la mejor entrada de la temporada-, tratando de empujar al quince basurde para zanjar una deuda pendiente con La Vila, club que tiraniza la competición y ante el que los vizcainos han claudicado en sus cuatro enfrentamientos en la élite. Así lo cree, el míster local. "Es una de las barreras que nos falta superar para terminar de crecer", incide.

El choque llega para ambos clubes en su mejor momento de forma. Los basurdes, tras cinco choques vencidos, uno tras otro. En linea ascendente, por lo tanto, y con una delantera cada día más ensamblada. El duelo contará con los mejores ingredientes, ya que mostrará dos de las tres cuartos más peligrosas de la Liga, con el vilero LeRoux y el basurde Coronel como estiletes de lujo; con el duelo de pateadores entre el local Vincent Gassie -que dio un recital en el Pepe Rojo la semana pasada- y la pareja Luke Cozens y Agustín Gómez en los visitantes; y la batalla de Fede Negrillo frente a Matt Cook y Martín Aceña.

Jorge Giménez augura un duelo muy igualado. "Estamos tan parejos que el partido se lo llevará quien menos errores cometa", vaticina. "Será un duelo de pateadores, aunque con mucha importancia del trabajo de defensa. Iremos a buscar el triunfo al ataque; con seriedad y disciplina". El míster de Chacabuco podrá contar con todos sus hombres, excepto Iker Eguskiza a causa de un desgarro muscular, mientras que el preparador visitante tendrá la baja de Federico Samartano.

Aunque no es ajeno a las expectativas que la gran temporada del equipo ha levantado entre los seguidores gernikarras, Giménez quiere mantener los pies en la tierra. "De ninguna manera aspiramos a ganar la liga; es una utopía. Aunque si ganamos estaríamos ahí, a dos partidos de ellos, y sería una buena oportunidad para soñar", reconoce.

Una vez atado de manera brillante el objetivo de la permanencia, los basurdes podrían sumar al buen juego que vienen desplegando una tranquilidad que podría sacar lo mejor de sí mismos. "Ellos tienen toda la presión, porque se juegan la liga. Somos el último escollo en su camino hacia el título", recuerda Giménez. "Nosotros, en cambio, no tenemos nada que perder pero sí mucho que ganar, no solo de cara a esta temporada, también en el proyecto de club", analiza.