Blas Infante, 140 años
“Sentimos llegar la hora suprema en que habrá que consumarse definitivamente el acabamiento de la vieja España. Declarémonos separatistas de un Estado que, con relación a individuos y pueblos, conculca sin freno alguno los sagrados fueros de la justicia y de la Libertad”. (Blas de Infante, 1919)
Un 5 de Julio de hace 140 años nació Blas Infante en Casares, provincia de Málaga. Su vida viene a ser parte de la historia de un esfuerzo titánico por la forja de un ideal y por la recuperación de Andalucía, su dignidad y justicia histórica. Ciertamente un hombre solo no decide el camino de la historia de la tierra que lo vio nacer y crecer, pero es cierto que también sí hay ocasiones en las que ciertas individualidades desempeñan un papel determinante en un momento histórico determinado. Blas de Infante considera España como una realidad plural y diversa resuelta de una manera peculiar de unidad. Entiende esa unidad como la suma de caracteres distintivos de variedad y pluralidad que suman y conforman, unidad que si no se concretara de esa manera, entiende él, sería germen en el futuro de periódicas crisis políticas. Parte de una fe inquebrantable en Andalucía, conecta con los movimientos regionalistas de finales del siglo XIX y principios del XX, enlaza con el andalucismo que se remonta a la Baja Edad Media. Blas de Infante no pretende inventar Andalucía, al contrario, recoge, actualiza, rejuvenece y potencia una vieja y guadianesca realidad.
El final del siglo XIX en el que transcurre su infancia es la época de la Restauración, época de las insurrecciones de 1883 y 1886, años realmente difíciles que tienen su colofón en 1898. Tiempos de crisis profundas del Estado, soplan vientos que lo cuestionan, azotan aires de problemáticas territoriales con los nacimientos de los nacionalismos periféricos en Galicia, Euskadi y Cataluña. Blas Infante estudia en Granada Derecho y Filosofía y Letras, entra en contacto con destacados especialistas del pasado del Al-Andalus, contrasta el pasado esplendoroso de Andalucía y su presente dramático, desarrolla sus ansias de luchar por la redención de Andalucía, aumenta sus conocimientos sobre su historia, cultura y realidad, logra las oposiciones a notaría, ejerce en Sevilla, entra en contacto con su mundillo intelectual y convierte esa ciudad en base y eje neurálgico de su acción andalucista.
Blas Infante habla de la “sociedad de las regiones españolas”, señala los defectos del centralismo, lamenta el empobrecimiento de una Andalucía incapacitada y agonizante. Blas de Infante se propone levantar Andalucía, se propone recuperarla, rehacerla y regenerarla. Blas de Infante pertenece, como muchos otros y otras, a una generación irrepetible que lo dio todo por la libertad y la democracia. Lo dieron todo, hasta la vida misma. Políticos de alta humanidad y categoría. Políticos y poetas que todos tenemos en mente. De aquí y de allá. Políticos, intelectuales, sindicalistas, artistas y poetas eternos. Españoles, gallegos, castellanos, andaluces, extremeños, asturianos, canarios, catalanes y vascos. Eternos, si. Es imprescindible recordar. Pasado, presente y futuro. Memoria.
En 1916 se produce el despliegue del movimiento andalucista, la formulación de sus bases ideológicas tanto en lo político como en lo ideológico, es el año en el que se empieza a hablar de federalismo y en el que se crea el primer Centro Andaluz en Sevilla origen de lo que fueron posteriormente apareciendo a lo largo y ancho de Andalucía. Con la llegada de la Dictadura de Primo de Rivera, el año 1923, el gobierno central finiquita toda actuación andalucista, los centros andaluces son cerrados, se prohíben la celebración de actos de carácter andalucista. En plena regresión política Blas Infante se dedica a escribir, redacta sus Cartas Andalucistas como forma de mantener vivo el espíritu andalucista, son tiempos de reflexión y sombras, pero también de contactos discretos y organización.
Es con la caía de la Dictadura cuando el andalucismo, y los demás nacionalismos que están surgiendo en Euskadi, Cataluña y Galicia, renacen con fuerzas renovadas e intensa actividad, tiempos en los que Blas Infante participa de una manera muy directa al amparo de una República ilusionante recién nacida y que acepta la tramitación de los Estatutos de Autonomía respectivos. Y es precisamente a la consecución de un Estatuto de Autonomía para Andalucía a lo que dedica sus mayores y mejores esfuerzos. En las elecciones de 1931 la candidatura andalucista expone los puntos esenciales: repudio del centralismo, defensa del federalismo y de los planteamientos autonómicos, rechazo del caciquismo y de los tinglados electorales, reforma económica y de la justicia, libertad de enseñanza, matrimonial y religiosa.
El 2 de abril de 1936 la Junta Liberalista de Andalucía publicó el Anteproyecto de Bases para el Estatuto de Autonomía, para el desarrollo de la campaña crea la llamada Acción Pro Estatuto Andaluz con la colaboración de sindicatos, partidos políticos y diversas entidades económicas y culturales. El 15 de julio a puertas del alzamiento militar fascista Blas Infante escribe: “El Estatuto Andaluz será lo que quiera que se todos los andaluces, pues a todos ellos venimos a llamar para que, con la sencillez y aún el simplismo que deseen, lleguen a delinear la figura de un Gobierno propio (La identidad de Andalucía. Domínguez Ortiz. Granada 1976). Es detenido el 2 de agosto en su casa de Coria del Río donde celebra con su familia el nacimiento de su segundo hijo, pernocta primero en un cuartelillo de la Falange, luego pasa a manos de la policía. Ocho días más tarde, un 10 de agosto de 1936, camino de Carmona, dedos anónimos fascistas aprietan el gatillo del crimen. Una descarga cerrada al borde de la cuneta ahoga el grito de ¡Viva Andalucía libre! antes de que Blas Infante cayera muerto en el linde de una huerta.
No fue el único, ni fue el último. Lluis Companys presidente de la Generalitat de Cataluña fue apresado por los nazis alemanes, entregado a Franco y fusilado en Barcelona. Y entre los vascos también fue fusilado en Vitoria un de 25 de junio de 1937 Esteban Urkiaga, “Lauaxeta”, poeta y jefe de Eusko Gudarostea, Ejercito Vasco, “dena eman behar zaio maite den askatasunari”. Para entonces otro poeta y amigo suyo, Federico García Lorca, había caído bajo las balas de fusiles facciosos en Granada, así como el Consejero de Sanidad del Gobierno Vasco Alfredo Espinosa fusilado también por los facciosos un día antes de “Lauaxeta” y también en Vitoria. Ciertamente antes ya habían caído muchos, como José Aristimuño, “Aitzol”, Martín Lekuona y otros sacerdotes y alcaldes vascos del PNV como el navarro Fortunato Agirre alcalde de Lizarra-Estella quien denunció una y otra vez, inútilmente, las maniobras golpistas del mismísimo general Mola en tierras estellesas en connivencia estrecha con los requetés y el clero ultra reaccionario navarro. Unas tierras navarras que aún no conociendo frentes de guerra, batalla o trinchera alguna conocieron represiones y matanzas crueles. Fusilados también en nombre de la “cruzada” los sacerdotes vascos nacionalistas (los mencionaba hace poco en un anterior y muy cercano artículo) Adarraga, Albisu, Arin, Ariztimuño, Guridi, Iturrricastillo, Lekuona, Markiegi, Mendikute, Onaindia, Otano, Peñagarikano, Solozabal, Sagarna, Uriarte, Urtiaga, Elezburu. Injusto olvidarlos.
Docenas y docenas de miles fueron los demócratas asesinados. Más lo encarcelados y torturados, los silenciados y atemorizados. Ellos, y ellas.
Republicanos, nacionalistas vascos, gallegos y catalanes, políticos, sacerdotes y alcaldes opuestos a los golpistas. Y así la lista de fusilados, represaliados, torturados y encarcelados, amén de los escondidos y exiliados se alargó inmisericorde en el tiempo y acompañó al dictador sanguinario y golpista fascista Francisco Franco Bahamonte hasta su misma desaparición física enfermo en la cama intentando dejar todo atado y bien atado. Honor, memoria y recuerdo muy emocionado a los que antepusieron, sin dudarlo, su inquebrantable dignidad democrática a la fuerza avasalladora de las armas fascistas. Viva Andalucía libre sí, y Galicia ceibe, Visca Cataluña lluire, Gora Euskadi askatuta, Viva la libertad y la democracia. Un saludo a todos y todas. Sí, memoria, recuerdo, dignidad y honor. Y escribo lo escrito muy preocupado por los discursos actuales, cuasi-golpistas ellos, de la derecha y extrema derecha española.