EN un primer vistazo sale un amplio número de candidatas al título de la Eurocopa 2024. Influye en la apreciación que el cuadro está plagado de nombres ilustres gracias a que el sistema de la fase final del torneo acoge hasta 24 participantes, detalle que posibilita que prácticamente no falte nadie con opciones. Así, no es casual la presencia de nueve de las once selecciones que tienen este trofeo en su palmarés: Alemania y España, con tres; Italia y Francia, con dos; Países Bajos, Chequia, Eslovaquia, Dinamarca y Portugal, con uno. Si se admite que por su potencial alguna otra selección podría alcanzar la final y ganarla por vez primera, digamos Inglaterra o Croacia, el pronóstico se abre aún más.
Demasiadas para ser cierto que realmente todas ellas opositan a la gloria. En el listado de favoritas no cabe omitir a la vigente campeona, Italia, solamente por serlo, en absoluto por su errático comportamiento en el concierto internacional de los últimos tiempos, si se exceptúa su inesperado éxito de hace cuatro años, claro. Idéntica apreciación sería aplicable a Alemania, que desde 2008 ha encadenado tres semifinales sin premio y que une a su acreditada solvencia la condición de anfitriona.
Sin embargo, la historia dice que jugar en casa más que un impulso, supone un lastre. Francia fue campeona en París en 1984, desde entonces el factor campo se ha revelado como un inconveniente. Lo comprobó la propia Francia ante Portugal en 2016 o Portugal en 2004 contra Grecia, el exponente por antonomasia del tapado.
Por acotar, el ramillete de alternativas contemplaría a Francia, Inglaterra, Portugal, Alemania y acaso España. El combinado dirigido por Luis De la Fuente parte con un hándicap: la composición de su grupo. Salvable porque los cuatro mejores terceros clasificados también acceden a los octavos. No obstante, medirse de entrada a Croacia e Italia obliga a un esfuerzo extra que sobre el papel no tendrán que asumir Alemania, Portugal o Inglaterra, encuadrados en grupos más flojos. También puede que a Francia le toque apretar frente a Polonia, Países Bajos y Austria, pero el panorama de España entraña una dificultad objetiva que pudiera manifestarse en términos de presión y desgaste.
El azar ha querido poner a De la Fuente ante una prueba insólita, cual es la reedición de lo vivido en la Nations League celebrada en 2023, invento que la UEFA metió con calzador en el calendario y que significó el bautismo, así como la consagración, del técnico riojano en la élite. Entonces, tuvo que cruzarse con Italia en la semifinal (2-1) y en la cita cumbre con Croacia, a la que derrotó en los penaltis tras empatar sin goles.
Alineación de De la Fuente
La proximidad del precedente explica que en la actual lista de España repitan hasta catorce jugadores que tomaron parte en aquella experiencia iniciática de su entrenador. Una ventaja que apunta a plasmarse en la alineación que De la Fuente diseñará mañana, donde extrañaría no ver a los Simón, Carvajal, Laporte (o Nacho), Le Normand, Rodri, Fabián, Morata y Nico Williams. De confirmarse, las novedades serían solo tres: Grimaldo o Cucurella, Pedri y Lamine Yamal.
Los especialistas coinciden en que los puntos fuertes de este bloque, descontada la portería, se localizan en la media y los extremos. La reunión de Rodri, Pedri y Fabián garantiza equilibrio, control y creación. No es fácil superar el oficio y la calidad de este trío, tampoco disponer de bandas tan incisivas. Se presupone que la aceleración y el descaro de Yamal y Williams se revelará como una amenaza permanente para las estructuras defensivas rivales, pero no dejan de ser dos chavalitos que serán sometidos a una vigilancia implacable. Está por ver si la reválida internacional les llega demasiado pronto.