Dicho y hecho, el chef escuchó el mensaje lo analizó, lo trabajó y se lo explicó a todos los que están en la cocina con él. Valverde lo tenía claro en la previa del partido, ante el Valladolid era un día definitivo, era un partido clave y así se lo transmitió a sus jugadores que en todo momento demostraron lo que había en juego en ese choque. El de Pucela no era un partido más, el de Valladolid era un encuentro en el que los leones debían volver a ganar pero sobre todo había que coger confianza. Un día para tener claras las ideas y sobre todo demostrar ante el rival que el Athletic sigue siendo un equipo tremendamente incómodo para los que se miden a él.

La alineación nos hablaba de equilibrio y se observó a las primeras de cambio. Es muy bonito todo eso de ir para arriba y lo del Rock and Roll pero los equipos necesitan estar equilibrados. La pareja Dani-Vesga, da eso. Independientemente de filias y fobias, hay muchas, esta pareja es una buena elección. Por supuesto que hay otras fórmulas pero el balance para mí es altamente positivo. Un equipo como el rojiblanco que juega con los hermanos Williams y Sancet y un punta tiene que meter gente que sostenga sobre todo en el centro del campo la estructura defensiva. En esto en el Zorrilla se estuvo muy bien.

Hay algo que en los últimos partidos ha mejorado muchísimo y gran parte de culpa la tiene el regreso de un futbolista a la zaga. Iñigo Martínez ha vuelto por sus fueros y todos lo agradecen. El Káiser tiene una jerarquía total en el eje y hace mejores a sus compañeros de viaje. El Athletic tiene a tres de los mejores centrales de la liga y ojo que Valverde se ha abierto a utilizar a los tres algún partido. Sin ir más lejos el otro día el City alineó cuatro en defensa ante el Leipzig. Es una opción. Lo que es evidente es que el ondarrutarra tiene un nivel espectacular y solo su presencia hace que en frente lo vivan de una manera muy distinta.

Si Valverde escuchó y los jugadores también, prueba de ello la victoria del viernes, ya solo hace falta que el presidente se siente con Iñigo y hablen de lo suyo. Digo de lo de los dos, de lo que quiere el club y lo que pretende Martínez. La renovación del central es una necesidad y no entiendo cómo se ha llegado a este día sin interlocución. El jugador más importante del equipo en las últimas tres temporadas y vamos a esperar a ver como acaba esta, no tiene oferta de Uriarte y su Junta. Cada vez que se les pregunta por el caso lanzan balones fuera con frases huecas y poco más. La táctica que han utilizado ha sido cortoplacista y ahora mismo tienen un “verdadero marrón” encima de la mesa.

Yo puedo comprender que en verano el primer problema para la presidencia tras ser elegido fue la posible salida de Iñigo. Está claro que para empezar es un lío gordo pero esto es fútbol y la oferta y la demanda son parte del día a día en la gestión de los clubes. Por cierto, hubo oferta del Barcelona y no se quiso el dinero. En ese momento pensé que sería por querer renovar a Iñigo, pues no ha sido así. Se dan por hecho muchas cosas y lo mejor es hablar. Sin preguntar es imposible saber. Sin conocimiento no hay soluciones. Como dijo Javier Clemente en Onda Vasca, “yo llamaría a Iñigo mejor esta tarde que mañana”. Que así sea.