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Mesa de redacción

Jontxu García

La misma moneda

La corrupción ha dejado de ser noticia para convertirse en paisaje, un paisaje con dos postales: Cristóbal Montoro, exministro de Hacienda del PP, imputado por beneficiar a empresas desde su despacho privado mientras redactaba leyes, y Ábalos, Koldo, Cerdán y compañía, acusados de cobrar mordidas a cambio de contratos públicos. Dos caras de la misma moneda, dos formas de saquear lo público. Montoro representa la corrupción ejecutiva, con americana y corbata, esa que se cuece en consejos de administración y se disfraza de “consultoría estratégica”. Su bufete, Equipo Económico, recibió millones de euros de gasistas a cambio de redactar leyes a medida desde dentro del Gobierno del PP. Una auténtica ingeniería fiscal de un Estado privatizado, donde el interés general se vendía como un servicio más. Ábalos y compañía, en cambio, encarnan una corrupción más cruda, más ruidosa, más torpe. Maletines, comisiones, grabaciones, chantajes. La de toda la vida. Pero igual de letal para la confianza pública. Lo grave no es ya que existan casos aislados, sino que el sistema ha permitido durante años estas prácticas como si fueran el precio asumible del poder. Montoro y Ábalos y compañía no son errores del sistema, sino que son su reflejo más nítido. Y si el sistema no se corrige no tardarán en llegar los siguientes. Y, si no, al tiempo.