La semana pasada la policía detenía en una playa de Mallorca a una pareja que practicaba sexo en presencia de unos menores.
Mantener relaciones sexuales en una arenal puede ser una fantasía, especialmente durante el verano, cuando el clima es cálido y la arena está también caliente, bueno, excepto en Euskadi, en donde la mayoría nos conformaríamos con poder ir a la playa para colorear el blanco nuclear de la piel o, simplemente, a darnos un chapuzón bajo el sol. ¡Eso sí que es fantasía!
A lo que iba. Resulta que si en este no verano vasco le entra a uno un calentón estando en la playa debe saber que puede tener graves consecuencias para la salud y, además, está sujeto a sanciones legales. En lo que a la salud respecta, la arena y la sal pueden causar irritación y abrasiones en los genitales, lo que aumenta el riesgo de infecciones. ¡Lo que nos faltaba! Otra consecuencia grave está relacionada con la legalidad. Practicar sexo en la playa puede conllevar una multa de 600 euros, incluso sería castigado con la pena de prisión de seis meses a un año o multa de 12 a 24 meses.
El artículo 185 de la Ley Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre, del Código Penal, hace referencia a los delitos de exhibicionismo y provocación sexual que sí tiene consecuencias penales, donde “estarían como circunstancias mantener relaciones sexuales en la playa o en el coche”. Sí, también en el coche te pueden poner multa. Por lo menos ahí no hay arena, ni salitre que irrite los genitales.