NOS encontramos inmersos en la Semana de la Movilidad, un recordatorio anual de las instituciones europeas y locales de que tenemos que conformar unas ciudades y pueblos más humanos y menos volcados en los coches. Una dinámica que ya ha cumplido décadas y que en Bilbao y los municipios grandes del territorio va calando pero de forma demasiado lenta. De todas formas quizás ahora estamos en un momento de inflexión en el que debido a condiciones que nos vienen encima, como el cambio climático y la contaminación atmosférica que lo provoca, tenemos que concienciarnos más aún para dotarnos de una movilidad urbana más limpia. Y es fácil, se lo aseguro. Simplemente dé un paso. Literalmente. Empiece a usar el coche de San Fernando, ya saben ese que reza el dicho de un ratito a pie y otro andando. Por fortuna, la mayoría de los vizcainos viven en localidades donde se puede acceder caminando a la gran mayoría de servicios y necesidades. Y andar es el mejor modo de movilidad. Se accede fácilmente, carece de coste económico, no contamina y aporta salud. Es la forma de moverse ideal. Sí, ya sé que para trasladarse de un municipio a otro no es viable esta fórmula pero para eso tenemos una red de transporte público que para sí quisieran muchas regiones del mundo. Hay que aprovecharla con ahínco y dejar el coche en el garaje. Todos salimos ganando.

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