EN comparación con otros países, en el Estado español se aporta muy poco al mundo de la cultura. Pero de ahí a que el candidato del PP a la presidencia Alberto Nuñez Feijóo se quisiera cargar el Ministerio, hay una gran diferencia. Hace unas semanas, el dirigente conservador señalaba los ministerios de Igualdad, Cultura o Consumo como algunos de los que pretende fulminar si llega a ser presidente del Gobierno español. Aunque ha vuelto a cambiar de opinión y ha anunciado que sí habrá Ministerio de Cultura en su hipotético gobierno, Feijóo no ha demostrado un interés especial en esta materia, como demuestran algunas de sus manifestaciones. Como cuando confundió la gala de los Goya, que se celebró en febrero en Sevilla, con la de los Oscar. O cuando aseguró que 1984, la archiconocida obra de George Orwell, fue publicada en el mismo año que le da título, cuando en realidad se hizo en 1949 y su autor falleció al año siguiente. Quien sí ha mostrado un gran interés por dirigir el ministerio es el líder de Vox, Santiago Abascal, que ya ha confesado que una de sus exigencias será la de obtener esa cartera si lograr formar un pacto de coalición tras las elecciones generales. También ha revelado cuál será la base de su política cultural, que incluye la exaltación de la identidad nacional, del español y su legado, y la defensa de la tauromaquia. El mundo de la cultura contiene la respiración ante las elecciones de este domingo. l

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