Vivir con 3.000 euros al mes no es vivir. El candidato de Junts a la alcaldía de Barcelona, Xavier Trias, dijo hace pocos días que alguien que cobre 3.000 euros no llegaba a fin de mes. Normal, Trias pertenece a la clase de los que tienen mucha pasta. Y eso te aparta de la realidad de la ciudad y de sus ciudadanos. Ante las críticas, el alcaldable rectificó, asegurando que se refería a los ingresos de una familia. Tiene razón el señor burgués, los ricos también lloran y ser tresmileurista en Barna debe ser tristísimo. Aunque para superar las estrecheces económicas, siempre puedes hacerte okupa en Gracia, poner un top manta en Las Rambas, e ir en patinete ecológico por la Diagonal. Él, desde luego, no sobreviviría con ese dinero, pero en Catalunya el salario medio bruto mensual es de 2.200. Al ex convergente no le interesa la población que cobra menos de 3.000 pavos. Su público es el 10% que gana más. ¿Alguien esperaba otra cosa de la rancia burguesía catalana? La derechona es la derechona y da igual que hable por boca de Trias o por boca de Ayuso, porque viven en una burbuja. Fíjense la lideresa, va a arrasar y eso que maneja más tópicos que Médico de Familia y Los Serrano juntos. Aunque la afirmación recuerda mucho al café de 80 céntimos de Zapatero en aquel programa de TV cuando todo el mundo pagaba el doble. Tampoco Esperanza Aguirre podía llegar a final de mes ni calentar su palacete en el centro de Madrid. Y eso que era cienmileurista.

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