ESTOY convencida de que se podría hacer un libro con las pildoritas que va soltando Díaz Ayuso desde que llegó a la presidencia de la Comunidad de Madrid. La última ha sido durante una convención sectorial del PP en la que ha dibujado a una juventud a la que “le falta cultura del esfuerzo”. Estoy segura de que a ella tampoco le habrá costado mucho esfuerzo lanzar semejante afirmación, con la diferencia de que la mayoría de los jóvenes son –con suerte– mileuristas y la popular se embolsa 103.090,32 euros al año, casi un 20% más que Pedro Sánchez. Sus polémicas declaraciones han sido contestadas ya por muchos jóvenes que tienen que enfrentarse a una precaria situación laboral para poder sobrevivir. Cada vez que abre la boca Díaz Ayuso se busca nuevos enemigos. Ahora, son los jóvenes, hace unos meses nos volvió a sorprender con unas desagradables declaraciones atacando con dureza al feminismo: “Su forma de ver la vida, propia de malcriadas que aspiran a llegar solas y borrachas, desprovistas de responsabilidades ni siquiera ante sus peores decisiones, nos abochorna a la mayoría de las mujeres que trabajamos todos los días por sacar adelante a nuestro país”, dijo en el congreso, mientras Feijóo, a su lado, aplaudía. Y, sin embargo, no parece que el salir tanto en los papeles con sus bofetadas dialécticas perjudique a Ayuso. Ya se sabe, que hablen de mí... aunque sea mal.
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