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MESA DE REDACCIÓN

Asier Diez Mon

Pescando ricos

ES evocadora la imagen que nos dibujó hace unos días el portavoz del Gobierno vasco, Bingen Zupiria, al opinar sobre la supresión del Impuesto sobre el Patrimonio allende la Meseta. Dará que hablar: Un ejército de funcionarios echando el anzuelo para pescar ricos. Obviamente apuntando a los yates y veleros de la high class. Será por pura estadística –no tengo trato con el 99,99...9% de los ricos del país– pero no conozco a ningún potentado que se haya cambiado de residencia de una comunidad a otra por pagar un pico menos a Hacienda. Sí en cambio he escuchado quejas de empresarios que no están de acuerdo con la política fiscal de Bizkaia, pero siguen aquí, que creen que cada cual se tiene que agarrar a su vela y que eso de los servicios públicos no va con ellos. Supongo que les compensa otras cosas. Entre ellas, el nivel y la forma de vida, la cercanía de sus allegados, pero también saber que una txoza como la suya, en Neguri o el Abanico de Plentzia, se paga en doblones en La Moraleja. En mi caso, si tuviera la cuenta bancaria congestionada por ceros a la derecha, no me veían el pelo por Andalucía ni a tiros. Tampoco en los Madriles. Puestos a buscar oasis fiscales, me inclino por Mónaco o Suiza. Lugares neutrales política y fiscalmente en los que, desde fuera, la vida se parece mucho a la del jardín del Edén pero con ropa de marca. Y si no, siempre podremos contar con el rey emérito para preguntarle dónde poner a buen recaudo el dinero.