A fase 2 de la desescalada ya está aquí. Otro paso más hacia la normalidad, que espero que no sea nueva, sino que se parezca lo máximo posible a la antigua normalidad. Ya habrá tiempo para reflexionar y hacerla mejor entre todos. Los centros comerciales volverán a abrir hoy sus puertas con restricciones, la hostelería tendrá más espacio para su actividad, se acaban los toques de queda de las franjas horarias... Se amplía el claro entre los nubarrones y el sol que asoma ilumina y calienta por fin la actividad comercial y vital del país. Hoy abrirán sus puertas muchos negocios que hasta ahora no veían condiciones para hacerlo. Habrá sin embargo un buen número de establecimientos que no volverán a abrir. El golpe ha sido demasiado fuerte para muchos. Y, para evitar más cierres, es más necesario que nunca una alineación casi estelar de la ciudadanía y la administración de cara a reactivar el consumo. Los primeros deben perder el miedo a gastar y para ello deben tener por un lado garantías sanitarias y por otro tener la certeza de que van a seguir contando con los ingresos necesarios. Los gobiernos, por su parte, deben lanzar lo antes posible herramientas como los bonos de consumo, que han demostrado con creces su capacidad de incentivar la actividad comercial. Lo tienen que hacer en un momento en el que además se enfrentan a un agujero presupuestario de proporciones históricas. El esfuerzo es colectivo, porque es responsabilidad de todos avanzar de fase en fase hasta la meta.