ADIE va salir económicamente indemne de esta. Bueno, algunos sí. No se acaba de entender por qué hay millones de trabajadores afectados por un ERTE y por qué las cifras de parados se disparan hasta el infinito y más allá mientras los políticos permanecen en su retiro de rositas sin función aparente. No hay prevista ninguna medida especial para rebajar el sueldo de los 350 diputados, 265 senadores, 1.268 parlamentarios autonómicos, decenas de miles de diputados provinciales y forales e innumerables concejales. En esta alerta sanitaria queda comprobado que los que estaban en la base de la pirámide laboral -limpiadoras, barrenderos, chóferes, reponedores, personal de supermercado...- son esenciales y los que estaban arriba son trabajadores prescindibles que pueden quedarse en casa, mano sobre mano, sin que nadie les eche en falta. Es obvio que, por razones de fuerza mayor, tampoco deberían cobrar el salario íntegro. Al no desempeñar la mayoría de sus señorías trabajos de primera necesidad y, ni siquiera prestar servicio alguno, también deberían estar en ERTE. Si los ciudadanos nos vemos abocados al despido, a cerrar negocios, a temer por nuestro futuro, los políticos que cobran de los impuestos que generamos están obligados, como mínimo, a reducirse la nómina. Una vez terminado este periodo especial ya se analizará si estamos en condiciones de renovarles sus contratos.

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