eL término infodemia aún no está recogido en el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, pero todo se andará. Wikipedia, esa enciclopedia viviente actualizada al segundo, la define como "la proliferación en Internet de noticias sobre salud totalmente falsas o parcialmente incorrectas". Y advierte que "la Organización Mundial de la Salud (OMS) se ha reunido con representantes de Google, Facebook, Amazon y Twitter para paliar la difusión de información falsa sobre la epidemia de neumonía por coronavirus de 2019-2020". Y, mientras tanto, los medios de comunicación difunden informaciones exageradas para una enfermedad que hasta la fecha ha afectado a menos de 100.000 personas en todo el mundo y causado menos de 3.500 muertos a nivel global. Es cierto que ni los laboratorios farmacéuticos ni el colectivo médico ha encontrado aún la vacuna que aminore la propagación del virus, pero las cifras de afectación están lejos de entre los cincuenta y cien millones de personas que fallecieron por la gripe española de 1918, cuando se estima que murió entre el 3% y el 6% de la población mundial. Hace catorce años, la propagación de la gripe aviar también dio origen a otra psicosis colectiva similar a la actual. Es evidente que no hay que correr riesgos y que seguir los consejos de la OMS ayudará a contener el contagio. Lo que será más difícil de frenar es el miedo que genera la infodemia.

jrcirarda@deia.eus