eL día fantasma que se agrega al calendario cada cuatro años viene cargado de malos presagios y, revisando la actualidad, podría pensarse que se ha ganado la mala fama a pulso. Y no es solo que el coronavirus, el vertedero de Zaldibar, el cambio climático o el Athletic le estén haciendo el caldo gordo. Muchos se han encargado de recordarnos que varias de las catástrofes de la historia han sucedido un año bisiesto como este: el hundimiento del Titanic en 1912, el estallido de la Guerra Civil española en 1936 o los asesinatos de Mahatma Gandhi, en 1948; de Robert Kennedy y Luther King, en 1968; de John Lennon, en 1980, o de Indira Gandhi, en 1984. Sin embargo, ninguna de las dos guerras mundiales empezaron en bisiesto. Y seguro que este año a algunos les toca la lotería, encuentran el amor o reciben la mejor noticia de sus vidas. Además, si no añadiéramos un día completo cada cuatro años, las estaciones acabarían descompasadas o se invertirían. De tal manera que, en unos 700 años, la Navidad caería en verano en el hemisferio norte y en el hemisferio sur, en invierno. Y no habría en el Estado un presidente que cumple hoy ¡doce añazos!, algo así como el remake del Bebé jefazo, ni cabría dar la enhorabuena a los que decidieron casarse en esta fecha porque se han ahorrado una pasta en aniversarios. En cualquier caso, hoy dispone usted de una jornada gratis. Aprovéchela porque la vida no suele regalar días extras.

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