EL Gobierno vasco no concederá nuevas licencias para casas de apuestas hasta que se reforme la regulación del sector, mientras que el nuevo Ejecutivo español pretende cerrarlas hasta las 22.00 horas y establecer limitaciones a su publicidad. 888, la web afamada por el anuncio televisivo en que Carlos Sobera te martillea de forma imperativa con su "entra, juega y apuesta", ha recibido ya varias sanciones por su llamada al juego compulsivo al generar "ansiedad, malestar y nerviosismo", amén del despilfarro económico. Sobre todo entre el receptor más juvenil y el sector más vulnerable. Una forma de ocio que se ha normalizado y que está generando un reguero de jóvenes adictos. El número de adolescentes en el Estado español entre 18 y 25 años que apostó al menos una vez durante 2018 aumentó un 12,57%. Basta además un dispositivo electrónico con conexión y sin necesidad de contar con dinero en efectivo. "Antes se fomentaba el deporte entre los jóvenes para alejarlos de las drogas. Ahora vemos a los mejores futbolistas del mundo animándoles a jugar", denuncian las asociaciones contra la ludopatía. La excitación previa a la posibilidad de ganar es adictiva y activa la dopamina, centro del placer del cerebro; y se une a la tendencia a creer que saben ejercer el control. La sanidad pública no tiene además programas específicos generalizados para tratar la adicción. Debería escandalizar tanto como ver a un menor al volante. ¡No va más!

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