STAMATTINA mi sono alzato; o bella, ciao; bella, ciao; bella, ciao, ciao, ciao”. Este himno antifascista, empleado por los partisanos italianos que lucharon en la resistencia contra el nazismo, fue entonado por los migrantes del Open Arms justo antes de desembarcar en Lampedusa. Rescatado por la serie La casa de papel y Netflix, y puesto de moda hasta por DJ Hardwell y Steve Aoki con remixes en las pistas de baile; sucede que en la España distópica los hay que confunden su significado, hasta el punto enfermizo de que la episcopal cadena Cope acusa a Podemos, y por extensión a la izquierda, de “echar más leña al fuego y apropiarse” de esta banda sonora aunque la cantaran hasta simpatizantes de Vox en el Teatro Barceló de Madrid. Quienes perecieron a manos de las tropas de Adolf Hitler y Benito Mussolini deben estar removiéndose en sus tumbas ante semejante alarde de ignorancia. Es como si la emisora radiofónica de la derecha quisiera hacerle la competencia a elmundotoday.com con sus hilarantes interpretaciones de la actualidad, y el claro ejemplo de que cuando uno se olvida de la historia, banalizándola, los símbolos se pervierten. Imagínense que ahora se estandarizara el Cara el sol -vade retro-, que ya se deja caer en los mítines de Abascal y compañía, y los progres protestaran por quedárselo los falangistas. Hay medios donde la realidad se respira ya solo como ficción con ánimo de distorsionar y, sobre todo, de aniquilar la honestidad.

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